Hablar de género en la empresa nos convoca a hacer una reflexión inicial sobre los avances que han tenido las mujeres y los hombres en sus puestos de trabajo, las brechas de discriminación que todavía persisten en ese ámbito y los grandes desafíos que tiene el desarrollo sostenible en torno a plena participación en igualdad de oportunidades de mujeres y hombres.
El Objetivo de Desarrollo Sostenible 8 de las Naciones Unidas propone dentro de su quinta meta, que al 2030 los países logren empleo pleno y productivo así como trabajo decente para todas las mujeres y los hombres, incluidos jóvenes y personas con discapacidad, a su vez la igualdad de remuneración por trabajo de igual valor. Sin embargo, vemos que la brecha salarial entre hombres y mujeres a nivel mundial es de 23 % y en el caso de Panamá alcanza un 15 %.
Esta brecha salarial impacta la calidad de vida de las mujeres y de sus hogares, sobre todo si ellas mismas son madres solteras, y también, en algunos casos puede contribuir a la mala nutrición y a vivir en condiciones de pobreza.
Nos encontramos con situaciones como la segregación horizontal en donde las mujeres se concentran en actividades económicas con poco valor y bajos salarios. De la misma forma existe la segregación vertical donde pocas mujeres alcanzan posiciones en puestos de decisión en las empresas como CEOs y Juntas Directivas.
La meta 5.5 del Objetivo de Desarrollo Sostenible 5 que promueve la igualdad de género especifica que los países tienen que asegurar la participación plena y efectiva de las mujeres y la igualdad de oportunidades de liderazgo a todos los niveles decisorios en la vida política, económica y pública.
En este sentido, se requieren acciones claves por parte de las empresas y en especial atención aquellas que impulsan la responsabilidad social empresarial para promover en primer lugar políticas internas que promuevan la no discriminación en los puestos de trabajo.
Panamá cuenta con un conjunto de leyes nacionales y convenios internacionales que han sido ratificados que protegen a la mujer en el entorno laboral.
Toda empresa socialmente responsable tiene que realizar acciones que vayan dirigidas a promover los derechos humanos, la igualdad y equidad entre seres humanos y los principios de empoderamiento de la mujer (WEPs por sus siglas en inglés), hacía adentro con sus colaboradores como hacía afuera de la organización, mitigando los impactos que puedan generar la operación de su negocio.
Por tal razón, promover más mujeres en puestos de medios y altos de decisión, mejorar el balance trabajo-familia, incentivar más mujeres y hombres en puestos no tradicionales, erradicar el acoso sexual en el trabajo y usar la comunicación inclusiva y no sexista siguen constituyéndose en grandes desafíos para promover la equidad de género en las empresas.
Artículo por:
Markova Concepción
Directora de Desarrollo Social de Sumarse
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