¿Cómo impactan los temas financieros en la salud mental?

Por: Vali Maduro, psicóloga

A casi dos años del aniversario de los primeros casos de COVID-19 que se presentaron en Panamá podemos observar los efectos de la pandemia en la salud mental. En esta ocasión queremos hablar sobre su afectación en los temas financieros, como, por ejemplo: la moratoria, las deudas acumuladas y la falta de empleo. Si nos enfocamos solamente en el dinero o su falta de, perdemos de vista los significados más emocionales y por ende sus afectaciones a la salud mental. Iniciaremos con el trabajo.

Más allá de ser la fuente de ingresos y la manera que se pueden afrontar los gastos de la vida diaria, es fuente de organización, identidad, satisfacción, motivación, socialización, auto estima y justificación de la existencia. Pensemos entonces todas las pérdidas que puede experimentar una persona con tal solo perder su trabajo y por ende las afectaciones a la salud mental que pueden ocurrir por motivo de esto. En cuanto a las deudas acumuladas, sabemos que se puede aumentar la ansiedad, el estrés y llegar hasta la depresión y las ideas suicidas. Por todo esto es que debemos prestar mucha atención a nuestras reacciones y las de nuestros seres querido frente al tema financiaron en estos momentos.

Cuando nos vemos confrontados con realidades difíciles muchas veces el miedo se apodera de nosotros y entramos en modo de supervivencia. Puede que nuestra capacidad de pensar se vea afectada y que entremos en pánico, esto puede causar que nuestros pensamientos se vuelvan muy negativos y que quedemos sin poder soluciones. El primer paso es buscar una manera de calmarnos. Podemos buscar una persona con quien desahogarnos, que nos ayude a poner las cosas en contexto y no tan catastróficas o podemos utilizar herramientas como el anclaje, donde nos conectamos con la información de alguno de nuestros sentidos en el aquí y el ahora y esto apaga la información negativa que activa el temor. Una vez más calmados podemos evaluar la situación desde un punto más objetivo y tratar de buscar soluciones. Hay que recordar que por más dura que sea una situación, la mayoría de las veces hay una solución.  

Otra gran herramienta para sobrellevar las cargas mentales es no quedarnos solos, buscar ayuda en la familia, la pareja o los amigos es de mucha ayuda.

Por último, para algunas personas los temas económicos pueden hacerlos sentir pena o vergüenza, debemos recordar que nos encontramos en una crisis mundial y que no somos los únicos pasando por esta situación.

Algunas recomendaciones para mantener la calma:

  • Buscar maneras de calmarnos: salir a caminar, darnos un buen baño, conversar con alguien, hacer ejercicio, meditar, rezar.
  • Tratarnos con empatía, como trataríamos a nuestros mejores amigos.
  • Manejar los pensamientos negativos.
  • Permitirnos sentir y desahogarnos.
  • Pedir ayuda.
  1. ¿Cómo deben actuar quienes se encuentran alrededor para brindar apoyo a las personas que enfrentan una situación de estrés financiero?

En el caso de ser una persona cercana, ayuda mucho escuchar sin juzgar y con el objetivo de entender. Abrir un espacio para que la persona se pueda desahogar y luego cuando ya esté más calmada puede pensar sobre la situación y buscar posibles soluciones. Darle valor a lo que la persona siente y ayudarlo a redefinir la situación cuando se pone muy negativo.

Es fundamental saber que cuando nuestra vida diaria se ve afectada por nuestro estado de ánimo y nuestros pensamientos y no podemos regularlos y calmarnos. Cuando pasamos muchos días sin poder dormir, comer, pensar. Cuando utilizamos sustancias, comida u otros en exceso para lidiar con la situación. Cuando no podemos resolver los conflictos. Cuando sentimos que el apoyo de nuestros seres queridos no es suficiente y necesitamos las recomendaciones de un profesional.

¿Cómo gestionar las emociones en un momento de crisis?

  1. Tratarnos con empatía y reconocer que estamos en medio de una crisis mundial, no estamos solos.
  2. Realizar evaluación de la situación y un plan de recuperación económica, luego hablar con el banco y solicitar nuevos acuerdos de pago.
  3. Aprender a reconocer y manejar los síntomas, como por ejemplo la tristeza, la ansiedad y la negatividad entre otros.
  4. Fortalecer la autoestima y la resiliencia.
  5. Permitirnos espacios de recreación y disfrute.
  6. Buscar ayuda

Las tasas de ansiedad, depresión y estrés postraumático se han disparado en todo el continente, según un estudio reciente de la Organización Panamericana de la Salud.  Por ello es importante buscar herramientas de autoayuda y profesionales en el tema.

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