¿Cómo redefinir las masculinidades en la sociedad panameña?

El Día Internacional del Hombre se conmemora cada 19 de noviembre. Fue establecido en 1992 en Estados Unidos por Tomas Oaster, director del Centro de Estudios Masculinos en la Universidad de Misuri-Kansas y popularizado desde el año 1999, cuando comenzó a conmemorarse internacionalmente, ​con el objetivo de abordar temas como la salud masculina, resaltar el papel positivo y las contribuciones que realizan los hombres en su comunidad y en la sociedad, promover la igualdad de género, la paz, la no violencia, la equidad, la tolerancia y el entendimiento.

Como pluma invitada nos acompaña Juan Lú, Psicólogo y miembro del grupo Masculinidad por Equidad.

Redefinir las masculinidades panameñas es necesario partir desde la inclusión del enfoque de género y derechos humanos en el proceso, y no sólo trabajando con y para los hombres, sino a través de un proceso en constante evolución en donde hombres y mujeres en toda su diversidad puedan prestar atención a los imaginarios sociales que perpetúan la hegemonía masculina.

A través de los años el istmo panameño se ha caracterizado por ser un país de tránsito, en donde convergen muchas culturas que se entrelazan con la cultura e idiosincrasia de los hombres panameño, razón por la cual no podemos limitarnos a hablar de masculinidad, si no referirnos a masculinidades como un concepto dinámico que va evolucionando gracias a los avances que han generado las luchas de mujeres, grupos feministas y hombres que apuestan por un cambio social.

Según estimaciones del Instituto Nacional de Estadísticas y Censo, Panamá cerro el año 2020 con una población de 2.159.880 hombres. Hombres quienes a lo largo y ancho de la nuestra república han crecido bajo un enfoque de construcción de una masculinidad luchadora, proveedora y obligado a controlar toda la situación que le presenta la vida aun en contra de sus propias emociones.

Para redefinir las masculinidades en nuestra sociedad es importante partir de nuestra concepción país de lo que se considera ser masculino en Panamá, y no me refiero a una definición dada por un diccionario, sino de lo que construimos como sociedad y no a una característica proveniente de la naturaleza. Una sociedad que se resiste a la igualdad y equidad por la cual han estado luchado las mujeres, en donde la masculinidad hegemónica busca la forma de preservar el poder y control.

Cuando iniciemos a redefinir nuestra sociedad, como una sociedad inclusiva y y abierta a la diversidad, reconociendo el ser hombre más allá de su genitalidad, producto de las diversidad cultural y los momentos historicos que hemos vivido, llenos de  estereotipos y prejuicios entorno a la construcción de un modelo único de masculinidad, entonces estaremos dando paso para hablar de masculinidades.

Para redefinir el concepto de masculinidad a masculinidades es importante dar pasos que nos permitan enfrentar los desafíos que vivimos al enfrentarnos a un modelo de masculinidad no consciente de sus acciones normalizadas, por lo cual se hace necesario:

  • Incorporar el enfoque de masculinidades en nuestra curricula educativa, la misma tiene un enfoque que revictimiza a las niñas, adolescentes y mujeres como las únicas culpables de su salud sexual y reproductiva. 
  • Abordar la salud sexual y reproductiva masculina desde un enfoque preventivo que elimine las barreras, prejuicios y estereotipos que refuerzan el machismo y colocan al hombre en situaciones de riesgo.
  • Asegurar que las políticas y leyes tengan verdaderamente un enfoque de género que permita transformar los imaginarios sociales que han venido perpetuando las violencias y conductas discriminatorias, tóxicas de los hombres hacia otros hombres y mujeres.
  • Generar investigaciones que nos permitan identificar los desafíos y barreras que atraviesan las diversas masculinidades en el país que limitan su desarrollo integral.

Panamá ha venido dando pasos, para redefinir su concepto de masculinidad. Esto gracias a los primeros procesos generado por el Sr. Eugenio Meneses (q.e.p.d), y al proceso de articulación de un grupo de hombres que actualmente se reúnen bajo el nombre de Masculinidad por Equidad, como un espacio de reflexión que permite desaprender y reaprender una nueva forma de masculinidad, más justa, más equitativa y que trabaja por la igualdad.

El grupo Masculinidad por Equidad viene trabajando con diversos grupos de adolescentes, jóvenes y hombres procesos de reflexión que permite cuestionar lo que significa ser hombres en Panamá y los privilegios que se tienen por simple hecho de ser hombre, a partir del modelo hegemónico que opera como catalizador de poder de género, que puede ser, o no, la forma de masculinidad más frecuente. Estas actividades se han realizado con hombres adolescentes de ONG´s, hombres de la construcción, hombres de sindicatos, jóvenes universitarios, etc.

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