En alianza con KPMG Panamá y el Instituto de Gobierno Corporativo de Panamá, el pasado 28 de octubre se desarrollamos la última sesión del Programa “Gestión Ética para la Competitividad”, que incluyó la participación 17 empresas, que se reunieron con el interés de intercambiar ideas y opiniones, además de actualizar y fortalecer sus conocimientos sobre la ética empresarial como elemento integral en la gestión del negocio y su impacto a la sostenibilidad.
Durante 8 sesiones de trabajo, en un orden estratégico se abordaron temáticas como RSE & Sostenibilidad; Gestión Ética; Gobierno Corporativo y Sistemas de Gestión de Compliance y Antisoborno, todos vinculados respectivamente para resaltar su complementariedad y aporte en la transición a modelos de negocios bajo el parámetro de una “Conducta Empresarial Responsable”
Actualmente, existe una realidad y es que vivimos en un mundo irreversiblemente globalizado, dónde los cambios se perciben cada vez más en los ámbitos económico, social y ambiental, sin embargo, la filosofía de la ética no ha cambiado, pero en este mismo contraste hay que destaca que los valores y principios que definen a cada persona y/o a cada compañía si pueden haber cambiado.
Los nuevos riesgos, cambio de expectativas de la sociedad en general, la confianza o desconfianza de todos los grupos de interés sobre una compañía, tomando como referencia sus acciones pasadas, presentes o futuras, representan la esencia de la reputación corporativa y su capacidad de ser más competitiva, resiliente y capaz de contribuir de manera positiva a la construcción de un mundo equitativo, digo e igualitario.
En su edición 2022, este programa reunió a profesionales de las áreas de cumplimiento, gobierno corporativo, finanzas, legal y ejecutivos de negocio, quienes ampliaron sus conocimientos sobre los cambios en los sistemas de gobierno corporativo, los sistemas de gestión de compliance y como todo parte de la base de promover una cultura ética empresarial, apoyada en valores y principios que definan la vía para buscar cumplir con el propósito de las compañías.
“La ética es la base de todo. Es el driver que guía al ser humano y a las empresas, a establecer acciones y estrategias alineadas con la realidad del entorno, su deber ser y la consideración de sus partes interesadas, para alcanzar el propósito de la compañía, generar confianza, contribuir al desarrollo sostenible y, en definitiva, dejar un legado en el mundo”, manifestó Elizabeth Solis, gerente de proyecto en Sumarse y quien lideró el programa.
La capacitación también resaltó el rol del liderazgo responsable y la puesta en práctica de la Responsabilidad Social Empresarial, como factores fundamentales que comparten un denominador común: la “ética”.
De esta manera el programa cumplió su objetivo y pone en primer plano, que la RSE y sostenibilidad no son simplemente departamentos u acciones específicas, sino que existe una verdadera correlación entre lo que fundamenta el desarrollo sostenible, iniciativas globales como la Agenda 2030 y sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, con la puesta en práctica de la ética a través de nuestros principios y valores como individuos.