La realidad detrás del Día Mundial de la Población

Los derechos y las opciones son la respuesta: priorizar los derechos en materia de salud reproductiva de todas las personas, en este tema se enfocó el Día Mundial de la Población de este 2021.

Tuvieron que transcurrir cientos de miles de años para que la población mundial creciera hasta alcanzar los 1 000 millones de habitantes, y solo en unos 200 años más se multiplicó por siete. En 2011, la población mundial alcanzó la cuota de los 7 000 millones de personas y se prevé que aumente hasta los 8 500 millones para 2030, 9 700 millones en 2050 y 10 900 millones en 2100.

Para hablar del tema contamos con Monique Amado, Licenciada en Sociología y Dimensiones Humanas como pluma invitada.

Hace más de 30 años, la Asamblea General de las Naciones Unidas celebró por primera vez junto a 90 países, un 11 de julio, el Día Mundial de la Población. Pero con tantas fechas célebres, en tantos países y organizaciones internacionales, ¿realmente para qué necesitamos un Día de la Población? ¿A quién celebramos ese día?, si ‘población’, básicamente, nos incluye a todos. No es como el Día de la Madre, que se celebra específicamente a las madres, o el Día del Médico, que se celebra específicamente a los profesionales idóneos de la salud.

La realidad es que el verbo “celebrar” no describe correctamente el enfoque que se tuvo al declarar el 11 de julio el Día Mundial de La Población. Formar parte de la población, nos vuelve a todos los humanos, automáticamente, partes de una misma categoría: habitantes de un lugar, en este caso, del Planeta Tierra. Pero el día de la población no trata sobre clasificar o no para dicha categoría, y sobre ser celebrados por pertenecer a la categoría, como en los ejemplos que expuse más temprano.

Trata, más bien, sobre por qué, si todos podemos ser categorizados como “población”, no todos tenemos la misma experiencia siendo parte de la población.

En Panamá, específicamente, esta experiencia de población cambia dependiendo de tanto factores propios o intrínsecos como de factores circunstanciales. Factores intrínsecos, por ejemplo, es el haber o no nacido en un pueblo indígena, y ser categorizado como parte de la población indígena de Panamá. Aunque estos factores son importantes para celebrar y distinguir culturas, nacionalidades, e historia de porciones de la población, no son realmente estos factores los que motivaron a las Naciones Unidas a declarar un Día Mundial de la Población.

Son los otros, los factores externos y circunstanciales, como no tener acceso a agua potable en la vivienda, que realmente crean conversaciones. Estos factores señalan la desigualdad poblacional, estos factores crean proyectos, movimientos, emprendimientos sociales. Estos factores nos invitan a proponer mejoras, reformas y cambios que los oblitere.

Estos factores sembraron las semillas, hace más de 30 años, para que las Naciones Unidas declarara el Día Mundial de la Población.

Hoy quiero hablar sobre esos factores. Desde mi punto de vista, es muy fácil entender cuáles de estos nutren la desigualdad social en Panamá si nos imaginamos por un segundo que en el país viven solo 100 personas. Refiriéndome a los más de 4 millones de habitantes, como el 100% del país, y a los grupos de habitantes que son afectados por factores sociales, como partes de ese 100%, he podido fácilmente retratar la desigualdad social de Panamá.

  • Si Panamá fueran 100 personas, solo 65 tendrían acceso a internet.
  • Si Panamá fueran 100 personas, 19 vivirían en pobreza multidimensional.
  • Si Panamá fueran 100 personas, 40 tendrían carencia de servicios sanitarios y usarían letrinas o sistemas similares.
  • Si Panamá fueran 100 personas, 12 no tendrían electricidad en su hogar.
  • Si Panamá fueran 100 personas, 8 tendrían entre 15 y 18 anos y 4 de esos 8 no estarían matriculados en la escuela.

Puedo seguir, pero creo que el punto está hecho. Si estuviéramos hablando de que menos de 1% de la población no tiene internet, o menos de 1% vive en alta pobreza multidimensional, sería imposible hacer el ejercicio “Si Panamá fueran 100 personas” porque se vería así:

Si Panamá fueran 100 personas, 0 no tendrían acceso a internet.

El ejercicio sería obsoleto porque ni siquiera 43 mil habitantes (1% de la población Panameña) estarían representando alguna brecha social. Pero aquí, lamentablemente,  no estamos hablando de 43 mil personas, estamos hablando de cientos de miles que conforman los 12/100, 40/100 y 19/100.

La desigualdad social y las brechas económicas, de género, de desarrollo y de educación, abundan en Panamá. El Día de la Población nos da un marco para traer este tema a colación y para proponer soluciones eficientes que ataquen las brechas.

Tan solo con leer por encima cualquier publicación del Día de la Población de la ONU, de UNFPA, de UNICEF, de CEPAL… podemos estar de acuerdo en que hay 2 potenciales soluciones que podemos implementar para reducir la desigualdad social y para que así, algún día, este ejercicio se vuelva obsoleto.

  1. Planificación familiar.

“Una mujer que tiene el control de su cuerpo gana no solo en cuanto a autonomía, sino que también logra avances en materia de salud, educación, ingresos y seguridad. Además, tiene más probabilidades de prosperar y, en consecuencia, su familia también.” (UNFPA PANAMÁ, 9 de julio 2021)

Los cito porque no lo pude haber dicho mejor. Sin planificación familiar las mujeres tienen más hijos que cuidar y alimentar, y menos tiempo para trabajar. El gobierno, también tiene más bocas que alimentar, niños que educar, y familias que subsidiar.

Hasta que el país no ofrezca planificación familiar gratuita, legal y accesible, es muy difícil que reduzcamos la pobreza multidimensional. Pero al ofrecerla, no solo se van a reducir las cifras de natalidad, repartiendo el pan entre menos personas, pero también el gobierno podrá redirigir la inversión actual de subsidios en becas escolares, por ejemplo, a programas de inserción laboral. Win-win.

  1. Empoderamiento femenino.

En la actualidad, las mujeres ganamos peor que los hombres. Más mujeres están desempleadas que hombres y nuestras condiciones laborales, son peores que las de los hombres. La mayoría de las que trabajan, tienen trabajos informales y no tienen protección social.

A las mujeres las tenemos que poner en el primer plano mediante a programas complejos de empoderamiento femenino: programas inserción laboral, representación femenina en puestos de liderazgo, becas para mujeres en carreras STEAM, condiciones laborales óptimas con leyes que impulsen las licencias de maternidad y paternidad, leyes que protejan a la mujer y a sus bebés, y leyes que penalicen el femicidio… entre otros. Sin este tipo de esfuerzos, menos mujeres entran a la fuerza laboral, y menos todavía prosperan en ella, afectando el crecimiento económico mundial.

Cuando las mujeres están educadas, pueden ofrecer un futuro más prometedor tanto a ellas mismas como a sus familias. Cuando las mujeres están empoderadas y tienen autonomía, pueden tomar mejores decisiones personales y profesionales. Cuando más mujeres se suman a la fuerza laboral, la economía crece. Cuando las mujeres entran a las empresas, las empresas reportan incrementos en efectividad y en desarrollo empresarial interno. Cuando las mujeres están sentadas de “tu a tu” en las mesas con los hombres, los resultados y las decisiones tomadas suelen ser más equitativas.

Estoy de acuerdo con que pueden existir mil otras potenciales soluciones que reduzcan el Índice de Pobreza Multidimensional en Panamá en cierto grado y que así, reduzcan las cifras de los afectados por los factores circunstanciales mencionados en este escrito. Sin embargo, basándome en los estudios más recientes, mi conclusión es que hay una solución más poderosa que el resto.

Hay una sola llave que abre la puerta de la igualdad social como nunca antes se ha abierto: la mujer. Invierte en ella y verás cómo empieza el efecto de la bola de nieve: mejorando su calidad de vida, mejoraras la calidad de vida de sus hijos, sus hijos, siendo el futuro de sus comunidades, mejoraran las condiciones y posibilidades de sus comunidades, y de comunidad en comunidad, se transformará el país entero.

Apuéstale a las mujeres Panameñas y así, en un par de años, mi articulo va a decir que estoy CELEBRANDO el Día Mundial de la Población, porque ya no es un día que resalta desigualdad e inspira cambios, sino un día que nos recuerda lo lejos que hemos llegado como sociedad.

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