
Del 3 al 7 de agosto se desarrolló la Semana de la Lactancia Materna, con el objetivo de promover este hábito que genera múltiples beneficios a las madres y sus hijos e hijas.
Para esta publicación, conversamos con Verónica y Krystel, parte del #TeamSumarse, quienes en los últimos meses han tenido la oportunidad de compartir este vínculo con sus pequeñas Valentina y Mía, y nos compartieron sus experiencias a continuación.
La Organización Mundial de la Salud recomienda la lactancia exclusiva durante los primeros seis meses de vida, y como alimento complementario hasta los 2 años o más, según lo que las madres y padres decidan.
Esto se debe a los beneficios que se han demostrado para el desarrollo de los niños y las niñas, ya que previene enfermedades infecciosas, previene enfermedades no transmisibles como obesidad, favorece el vínculo afectivo con la madre, promueve su desarrollo, mejora la salud de madre e hijo durante los primeros 12 meses, por nombrar algunos. (ODS1, 2, 3 y 4)
La leche materna es el alimento rico en nutritivos que puede evitar la desnutrición en los infantes a muy bajo costo. (ODS 2) La leche materna es un recurso natural y sostenible, que no genera residuos y su producción no es contaminante para el medioambiente. (ODS12) Es por esto, que para asegurar el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y No Dejar a Nadie Atrás, debemos promover la lactancia materna en nuestras empresas y brindar a las mujeres el espacio y condiciones para realizarlo. (ODS 5)
Este año se sancionó la ley 135 del 23 de marzo de 2020, que modifica la ley 50 de 1995 y extiende el periodo de protección de la lactancia materna de seis a doce meses.
Adicionalmente, la ley 135 reglamenta que empresas, universidades, aeropuertos, centros comerciales, instituciones públicas, entre otros deben de contar con un área adecuada para la lactancia materna o la extracción de leche, siendo esto de obligatoriedad para toda empresa con más de 20 mujeres en el lugar de trabajo.
Las especificaciones de la sala de lactancia materna están reguladas en el Artículo 7 de la ley 135 de 2020, debe ser un espacio privado y cómodo, que asegure la salud e higiene de la madre, el lactante y de la leche que se extraiga, debe tener material informativo y un refrigerador para almacenar la leche extraída, entre otras especificaciones. El tamaño mínimo recomendado por Unicef es de seis metros cuadrados, la ley dicta un mínimo de cuatro metros cuadrados.
Más allá de lo regulatorio y normativo de las salas de lactancia y de la protección a la mujer que está en perdió de lactancia, es importante crear una cultura empresarial que apoye a la lactancia materna. Para esto se debe sensibilizar a las personas sobre la importancia de la lactancia materna y por qué como empresa la promovemos y tomamos medidas para realizarla. Esto es de vital importancia, paro no seguir encontrando salas de lactancia sin ser utilizadas.
¿Por qué no se usan las salas de lactancia de mi empresa si tengo madres que están dado de amantar? Muchas veces es por miedo a ser juzgadas porque nos vamos a tomar tiempo para extraer leche; porque no estamos trabajando y hay mucho trabajo pendiente; porque yo la uso y otra no la usó; porque no nos sentimos cómodas entrando a la sala y que nos miren entrar a la sala; en otros. Es por eso que el apoyo de colegas y jefes en el lugar de trabajo es vital para el éxito de la lactancia materna durante la jornada del trabajo. Poder sentirnos tranquilas con nosotras mismas que podemos seguir haciendo algo maravilloso como es la lactancia materna.
En mi caso, fui afortunada porque tanto en mi trabajo como en los lugares donde tuve reuniones, durante este periodo, tenían un lugar dónde podía extraer la leche. En la oficina bromeábamos que estaba haciendo una cata de las salas de lactancia de las empresas, ya que tuve la oportunidad de usar varias de estas. Esto también implicaba una logística per se. Si bien el primer obstáculo de tener el lugar disponible estaba cubierto, entonces venia la siguiente dificultad: ¿cómo almaceno la leche para que no se dañe? Tomando en cuenta que debo mantener las medidas de salubridad para la extracción, lavado de manos, usar utensilios que estén estelirizados, para esto hay muchas recomendaciones y gracias a los avances hasta bolsas esterilizadoras para el microondas. Para el almacenaje, primero recordemos las recomendaciones: En temperatura ambiente de hasta 25 °C 4 horas, en un cooler hasta 6 horas, en la refri a 4 °C hasta 3 días y congelada hasta seis meses. En mi caso tenía entonces un cooler, que iba conmigo a donde vaya y guardaba la leche fría hasta que llegaba a casa. Esto más los implementos para la extracción convirtieron a mi cartera en una maleta amarilla de viaje que iba conmigo a donde vaya. Sé que muchos la recordarán.
Para finalizar, quiero resaltar que yo fui de las afortunadas que pude amantar durante 7 meses y medio a mi hija, y cada experiencia y cada madre es diferente, tiene su propia historia que es igual de válida que la mía y de todas las mamás. Por esto, debemos apoyarnos para hacer de su historia la mejor experiencia posible.
Por Verónica Muela, Directora de Programas
Fuentes:
https://www.gacetaoficial.gob.pa/pdfTemp/28986_B/GacetaNo_28986b_20200323.pdf
https://www.medela.es/lactancia/viaje-de-las-madres/conservar-y-descongelar-leche-materna
Viviendo la experiencia por Krystel Zapata, coordinadora de proyectos
Al principio, fue algo que me preocupaba, ya que no sabía si iba a ser capaz de hacerlo. Los primeros días fueron difíciles, no lográbamos el agarre al pecho correctamente. Sin embargo, siempre defendí la lactancia materna y dentro de mi anhelaba ser una madre que pudiera dar pecho, me apoyé con otras madres con experiencia que me orientaran en cómo debía ponerme a la bebé y ayudarla a que succionara de manera correcta. ¡Qué diferencia y alivio sentí!
A partir de aquí, enseguida empezó a salir el calostro y parecía que la bebé tomaba bien, seguí practicándolo y cada vez que Mia lactaba el dolor iba desapareciendo (la sensibilidad todavía duró unos días más, pero es normal y se puede llevar sin problema). Esto hizo que aumentara mi confianza en que sí podía amamantar a mi bebé, y así continuamos en casa.
Mi recomendación es tener mucha paciencia y no darse por vencido; disfrutar cada instante, que luego todo pasa muy rápido y enseguida vendrán otras etapas.
Tres cosas fundamentales que una mamá en este proceso debe saber:
- La clave para una buena alimentación es ofrecer el pecho a demanda, es decir siempre que el/la bebé lo pida. No hay horarios de alimentación.
- La postura y el agarre son fundamentales para que la lactancia no sea dolorosa.
- La leche no se gasta, cuanta más toma el/la bebé, más produce la madre.
El responder a las necesidades de mi hija ofreciéndole el pecho, no tiene precio, en ese momento soy su alimento, refugio, protección, calor y hasta en ocasiones el alivio a su dolor. Es un espacio de intimidad, al tener contacto físico, al mirarnos y sonreírnos, son maneras de enriquecer la interacción, ya que su atención está sobre mí. Esa conexión que surge entre las dos al momento de amamantar, fortalece este amor incondicional.