Las Naciones Unidas abordan la amenaza del COVID-19 desde múltiples frentes

Mientras los médicos, científicos y otras personas trabajan día y noche para prevenir, tratar y controlar esta respuesta sin precedentes al brote de coronavirus, las Naciones Unidas y sus agencias buscan soluciones para contrarrestar la amenaza que supone el COVID-19.

“Ya no se trata solamente de una crisis sanitaria mundial, sino también de una importante crisis económica y del mercado laboral que está teniendo un enorme impacto en las personas”, explicó Guy Ryder, Director General de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Este mismo advirtió que hasta 25 millones de personas podrían perder su empleo como consecuencia de los efectos de la pandemia de COVID-19, lo cual se puede comparar con los 22 millones de afectados de la crisis financiera mundial de 2008-2009.

“En 2008, gracias a que el mundo hizo un frente común ante las consecuencias de la crisis financiera mundial, se evitó lo peor. La actual coyuntura requiere de ese tipo de liderazgo y determinación”, añadió.

En la nota de evaluación preliminar de la OIT se pide la adopción de medidas urgentes, a gran escala, coordinadas y basadas en tres pilares: proteger a los trabajadores en el lugar de trabajo, estimular la economía y el empleo, y sostener los puestos de trabajo y los ingresos.

Esas medidas incluyen la ampliación de la protección social, el apoyo para mantener el empleo y la concesión de ayudas financieras y desgravaciones fiscales, en particular a las microempresas y pequeñas y medianas empresas. Además, en la nota se proponen medidas de política fiscal y monetaria, así como préstamos y ayuda financiera a sectores económicos concretos.

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