Cada 7 de septiembre se celebra el Día Internacional del Aire Limpio por un cielo azul y este año el lema es “Aire saludable, planeta saludable” que hace hincapié en los aspectos aspectos relacionados con la salud de la contaminación atmosférica.
La fecha sirve para hacer un llamamiento a la acción para aúnar esfuerzos y reclamar aire limpio para todas las personas. #AireLimpioParaTodos
La contaminación atmosférica es un problema mundial que tiene repercusiones de largo alcance debido a su vasta propagación, y porque, si no se produce una intervención agresiva, el número de muertes causadas por la contaminación del aire en espacios abiertos va camino de aumentar en más de un 50 por ciento antes de 2050.
La sociedad tiene que soportar los elevados costos de esta contaminación ya que tiene impacto negativo sobre la economía, la productividad laboral, los costos de atención sanitaria y el turismo, entre otros.
Para abordar el tema nos acompaña como pluma invitada Gabriel García de Paredes Fundador y Director Ejecutivo Pulmón del Barrio.
El pasado 7 de septiembre fue el Día Internacional del Aire Limpio por un Cielo Azul. Este día fue designado por la ONU para crear conciencia sobre la contaminación del aire e impulsar iniciativas para mejorar la calidad de nuestro aire. En Pulmón del Barrio queríamos aprovechar este espacio para abordar el tema y hablar sobre las maneras de afrontarlo desde una perspectiva de ciudad.
Primero, el problema. La contaminación del aire es un problema complejo que nos afecta de manera poderosa. Las partículas de aire sucio entran en nuestros pulmones y en nuestra sangre, causando enfermedades respiratorias crónicas, derrames, ataques al corazón y hasta cáncer de pulmón. Se estima que unas 6.5 millones de muertes al año se deben al aire contaminado, y se pronostica que incrementarán en un 50% para el 2050. En países en desarrollo, como el nuestro, las mujeres, niños y poblaciones mayores se ven afectados desproporcionadamente por el aire contaminado. Y los humanos no somos los únicos que sentimos sus efectos – el aire contaminado es también una de las causas más importantes del cambio climático.
Más allá de sus efectos en nuestra salud y nuestro ambiente, el aire sucio tiene efectos adversos muy concretos en nuestra economía. El aire contaminado está relacionado con menores niveles de productividad en las poblaciones que afecta, el turismo sufre en lugares con mala calidad de aire y cada año nos gastamos miles de millones de dólares alrededor del mundo para tratar problemas de salud relacionados al aire sucio.
La mala calidad del aire es un reto especialmente importante para las ciudades y áreas urbanas. Hoy en día, más de la mitad de la población mundial vive en ciudades. Como resultado, aproximadamente el 70% de las emisiones de gases de efecto invernadero se originan en ellas. Es por esto que las ciudades tienen una mayor responsabilidad de hacerle frente a la contaminación del aire.
¿Y qué pueden hacer las ciudades para afrontar la contaminación del aire? Un elemento importante son los espacios verdes urbanos. Los espacios verdes urbanos tienen un sinfín de beneficios: más allá de ayudar a limpiar los contaminantes del área, pueden mejorar el ambiente para la fauna local, nos permiten conectarnos con la naturaleza, mejoran nuestra salud física y mental, mejoran la seguridad de nuestros barrios y hasta ayudan a crear comunidad.
¿Y cómo estamos con este tema en Panamá? En nuestra ciudad existe una gran oportunidad para mejorar en este rubro. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que, para tener una población saludable física y mentalmente, se deben tener entre 10 y 15 metros cuadrados de área verde por habitante, y en la Ciudad de Panamá contamos con apenas 2 metros cuadrados. Y en los barrios de niveles socioeconómicos más bajos, que se ven más afectados por la mala calidad del aire y más necesitados de lugares de esparcimiento, es donde menos espacios verdes existen. Más allá de la cantidad de espacios públicos que tenemos en Panamá, la calidad de los que existen no siempre es la mejor.
La pandemia ha visibilizado aún más la necesidad de espacios verdes de calidad. Al flexibilizarse las medidas de confinamiento, los espacios verdes se convirtieron en oasis para que los panameños pudieran reunirse, hacer ejercicio o disfrutar del aire fresco. Debido a esto, era común que los parques, la Cinta Costera o la Calzada de Amador estuvieran abarrotados, haciendo difícil que se respetaran las medidas de bioseguridad.
Y los panameños sabemos que nos hacen falta más espacios verdes. En una encuesta elaborada por nuestra organización, en la cual participaron más de 800 panameños de todos los corregimientos de nuestra ciudad, encontramos que más del 90% dice que les molesta o no soportan la falta de espacios públicos verdes.
Es por esto que nace nuestra fundación, Pulmón del Barrio. Somos una organización sin fines de lucro que busca recuperar o crear espacios públicos en Panamá con la participación ciudadana como motor. Para tener espacios públicos buenos necesitamos entender las necesidades de todos los que utilizan el espacio, y para hacer eso trabajamos con tres actores principales: las comunidades, los gobiernos locales, y la empresa privada. Diseñamos y construimos los espacios bajo la dirección de las comunidades que los reciben, trabajamos en conjunto con los gobiernos locales para mantener y activar estos espacios, y nos apoyamos de la empresa privada para financiarlos. Las empresas pueden patrocinar los espacios en su totalidad o en parte. Si eres una empresa interesada, ¡contáctanos para conocer los beneficios de patrocinar un parque! Trabajando en conjunto, vamos a cambiarle la cara a nuestra ciudad para que sea más sostenible y mejor para la salud de todos los panameños.
A pesar de que aún nos falta mucho camino por recorrer, ¡una ciudad más verde y con aire más limpio es posible!
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