Panamá y el mundo celebraron este 11 de febrero el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. Las celebraciones incluyeron una fuerte campaña en redes sociales (#11F) y excelentes eventos en la capital y el interior del país en las que participaron una gran cantidad de personas. Pero ¿cuál es el objetivo de celebrar este día? Hagamos un ejercicio mental: Si te pregunto los nombres de personalidades científicas famosas, ¿cuáles son los primeros que se te vienen a la cabeza? Tómate unos minutos. Quizás habrás pensado en Albert Einstein, Isaac Newton o Charles Darwin. Tal vez habrás pensado en algunos más contemporáneos como Francis Crick, Carl Sagan, Stephen Hawking o Neil deGrasse Tyson. ¿Qué tal si te pregunto por nombres de mujeres científicas famosas? Tómate unos minutos. A lo mejor necesitas un tiempo adicional. A lo mejor pensaste en Marie Skłodowska Curie. Si es así, lo más probable es que sea gracias a los recientes eventos y campañas de divulgación #11F que se han estado organizando los últimos años y no en un principio por sus fascinantes logros científicos que la convirtieron en la primera mujer en ganar un Premio Nobel (Física) en 1903 y ser la primera persona en el mundo en ganar un segundo Premio Nobel, y para rematar en otro campo (Química).
El caso de Marie Skłodowska Curie es un excelente ejemplo de por qué se necesita celebrar el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. Por un lado, el 11 de febrero sirve para celebrar todos los logros y contribuciones que realizan las mujeres en ciencia en un país. En el caso de Panamá, tenemos mujeres liderando y aportando desde todos los campos científicos, como biólogas, entomólogas, ecólogas, parasitólogas, virólogas, microbiólogas, biotecnólogas, químicas, físicas, matemáticas, ingenieras, neurocientíficas, médicas, psicólogas, directoras de investigación y coordinadoras en las empresas, centros de investigación y universidades más importantes país. Algunos nombres de mujeres en la ciencia que conviene resaltar y recordar incluyen: Reina Torres de Arauz, Rosa María Britton, Claude Vergés, Oris Sanjur, Argentina Ying, Carmenza Spadafora, Gabrielle Britton, Arlene Calvo, Ivonne Torrers, Sandra López-Vergés y muchas más! El movimiento Ciencia En Panamá, que aglutina más de 200 profesionales de la ciencia y en el que participan muchas de estas mujeres en la ciencia, tiene como uno de sus objetivos divulgar el rol y la importancia de la ciencia en la sociedad, y activamente participa en la organización de los eventos relacionados al #11F. Los logros científicos de Marie son razón de celebración, ya que transcienden su época: el hallazgo del fenómeno de la radiación, el descubrimiento de dos elementos (i.e., polonio y radio) y la revelación de que la radioactividad (palabra que acuñó junto a su esposo) mataba a células cancerosas más rápido que a las células sanas (i.e., lo que hoy se conoce como radioterapia oncológica).
Por otro lado, y quizás más importante que las celebraciones, las campañas alrededor de este día sirven para aumentar la conciencia y facilitar la conversación sobre todos los obstáculos y “techos de vidrio” que siguen existiendo para las niñas y mujeres que deciden escoger estas carreras técnicas. Solo este año, después de más de 20 años de funcionamiento y 5 Secretarios Nacionales hombres, finalmente la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (SENACYT) cuenta con una Secretaría Nacional Adjunta con la Dra. Milena Gómez. Varias otras universidades nacionales e instituciones de investigación como la Universidad de Panamá, el Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios para la Salud (ICGES) y el Instituto de Investigación Agropecuaria de Panamá (IDIAP) no han tenido una mujer como Rectora o Directora General en los últimos 20 años o nunca. Esto, a pesar de que en Panamá hay una mayor cantidad de mujeres que hombres optando por carreras científicas y muchas de ellas sí logran alcanzar posiciones de liderazgo dentro de estas instituciones.
Una razón puede ser los constantes obstáculos que se encuentran en el camino profesional, generalmente relacionados a la maternidad, a la repartición poco equitativa del trabajo de cuidado de hijos y del hogar, y a la falta de programas que respeten y favorezcan su desarrollo profesional en estas etapas para promover la equidad de género a todos los niveles dentro de las instituciones. Pero otra limitante es la poca sensibilidad que tenemos los hombres ante estos temas y la falta de mujeres en posiciones de mando actualmente, lo que parcializa las expectativas de contrataciones o promociones hacia características masculinas. Un hecho menos conocido es que, a pesar de todos los logros de Marie, la primera carta del comité de la Academia de Ciencias Real de Suecia solo consideró premiar al esposo, Pierre Curie y al científico Henri Becquerel con el Premio Nobel de Física. Eran otros tiempos, pero gracias a la queja por escrito de su esposo y sus amenazas de rechazar el premio fue que Marie pudo convertirse en la primera mujer en ganar un Premio Nobel. Esto demuestra el importante papel que tenemos que jugar los aliados en esta luchas por la equidad de género y otros derechos humanos. Además, es la razón por la cual, a pesar de no haber vivido esta experiencia de primera mano o querer hablar por las mujeres, decidí aceptar la responsabilidad proactiva de escribir este artículo para contribuir como aliado que reconoce los privilegios que tenemos los hombres y como científico que aspira a la mejor producción de ciencia posible en nuestro país.
Estas dificultades y obstáculos puede que no sean diferentes a las que hay en otras profesiones. Falta mucho por hacer. Pero en el caso de la ciencia, la diversidad de todo tipo incluyendo género, raza y cultura es sumamente importante para maximizar las posibilidades de obtener las mejores ideas, hacer los descubrimientos más disruptivos y alcanzar las mejores soluciones a los problemas que aquejan a la sociedad. Esto pone la responsabilidad en todos (¡sobre todo los hombres!) de aportar desde donde nos encontremos para mejorar las condiciones y favorecer el desarrollo profesional de las mujeres. La próxima vez que toque armar un comité evaluador de contrataciones o promociones, asegurar que haya equidad de género. Igualmente, cuando toque organizar un panel o una conferencia. Asignar un cuarto amplio y digno en la institución como “Cuarto de Lactancia” cuando haya una madre que haya dado a luz puede ayudar a retener el talento femenino. Ofrecer tiempo de paternidad igual al de maternidad, al igual que otras políticas internas de apoyo a las mujeres en ciencia podría ayudarlas a reincorporarse más rápido y mantener su desarrollo y competitividad profesional. Los tiempos han cambiado desde la época de Marie Skłodowska Curie, pero quizás ¿no tanto?
Conoce la actividades realizadas en el marco de este día aquí
Por: Rolando A. Gittens, PhD – Ingeniero Investigador de INDICASAT AIP – Miembro de Ciencia En Panamá