Este año la gala inaugural del Festival Internacional de Música Académica Alfredo De Saint Malo, organizado por la Fundación Sinfonía Concertante de Panamá (FUNSINCOPA), en su decimoctava edición, presentó en el Parlamento Latinoamericano y Caribeño (Parlatino), un documental sobre la vida del maestro Alfredo De Saint Malo.
El documental fue realizado por los cineastas panameños Louis Troetsch y Néstor Ibarra, quienes han trabajado con la organización en otras ocasiones. “Este festival está dedicado a la vida de Alfredo de Saint Malo y dar a conocer sus logros y tantas anécdotas que enriquecieron su trayectoria”, expresó Troetsch.
La vida de Alfredo de Saint Malo inició el 13 de diciembre de 1898 en la ciudad de Panamá e inició sus estudios musicales con su padre, quien también fue violinista y violista. En 1907 inicia estudios en la Escuela de Música, que luego se convertiría en el Conservatorio Nacional de Música y Declamación dirigido entonces por Narciso Garay. Terminados los estudios, se traslada a París a estudiar en el centenario Conservatorio de Música destacando de inmediato ganando dos medallas de reconocimiento muy importantes, permitiéndole incursionar en las mejores salas de concierto en Europa y América siendo nombrado por la Revista Times en 1929 como uno de los diez mejores violinistas del mundo.
“Más allá de que fue un gran músico de nivel internacional y un maestro impresionante, se ve corroborada por el impacto que tuvo en el conservatorio cuando estuvo bajo su dirección. Una de las cosas que más me sorprende de él es cómo su vida refleja lo que también les ocurre a otros panameños talentosos que van al extranjero, viven su vida, y regresan a Panamá, enfrentándose a dificultades por la forma en que está organizada la vida y la cultura aquí. Los que trabajamos y vivimos del arte y la cultura sabemos lo complicado que puede llegar a ser. No es una queja, sino una observación. Me sorprende que, a pesar de la diferencia de tiempo, las historias siguen siendo similares. Alfredo de Saint Malo estuvo activo en los años 1920 y estamos en 2024, más de 100 años después, y las historias son las mismas”.
Tuvo una vida llena de éxitos en el extranjero y se codeó con músicos de altísimo calibre, tocando tanto acompañado con orquesta como solista ante jefes de estado, el Papa Pío XII y figuras relevantes en el mundo, realizó también grabaciones discográficas de su música. Europa pronto se sumergió en una guerra, pero Alfredo tenía un país al que volver y lo hizo en 1941, dirigiendo el conservatorio aquí en su segunda era. Su conocimiento y conexiones le permitieron atraer a profesores de alto calibre.

