Acercar, inspirar, aliviar, compartir: estos son los poderes del arte

Foto: UNESCO

Bajo el lema “Acercar, inspirar, aliviar, compartir, estos son los poderes del arte”, este 15 de abril se celebró el Día Mundial del Arte, una fecha que busca dar a conocer la importancia que tiene el arte y sobre todo el pensamiento creativo, para la evolución del pensamiento humano y la resolución de los problemas que nos aquejan.

La celebración la propuso la Asociación Internacional de Artes Plásticas (AIAP) y fue a partir de 2019 cuando se oficializó el Día Mundial del Arte por parte de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación. La Ciencia y la Cultura (UNESCO).

En su página web UNESCO, destaca que el arte nutre la creatividad, la innovación y la diversidad cultural de todos los pueblos del mundo, y desempeña un rol importante en el intercambio de conocimientos y en el fomento del interés y el diálogo. Estas son cualidades que el arte siempre ha tenido y tendrá, si continuamos apoyando entornos donde se promuevan y protejan los artistas y la libertad artística. De esta manera, al fomentar el desarrollo del arte también se fomentan los medios a través de los cuales poder lograr un mundo libre y pacífico.

Contribuye a la consecución de muchos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible como:

  • Ciudades Sostenible – ODS 11
  • Crecimiento económico y trabajo decentes – ODS8
  • Reduca la desigualdad – ODS 10
  • Promueve sociedades pacíficas e inclusivas – ODS 16

Frente a este desafío de justicia e igualdad, y con objeto de definir mejor las necesidades prioritarias, es preciso escuchar todas las voces del mundo artístico en su globalidad y diversidad. Así pues, para afirmar la resiliencia del arte en este periodo y preparar el futuro, la UNESCO puso en marcha, hace exactamente un año, el movimiento “ResiliArt”. Hasta la fecha, más de 1 200 artistas y profesionales han participado en cientos de debates en todo el mundo, que han permitido la formulación de 100 recomendaciones para inspirar la acción política”.

El arte es una de las formas más evolucionadas de la expresión humana.

Como pluma invitada para profundizar sobre este interesante tema, nos acompaña Diego Fábrega, artista consultor y empresario.

Siempre he pensado que, en toda empresa, junta directiva, club cívico o grupo de amigos, debería ser obligatorio incluir a un artista. Los artistas nos dedicamos a resolver problemas, tendemos a ver las cosas de manera diferente y usualmente encontramos oportunidades en donde los demás ven adversidad.

Como artista plástico, puedo asegurar que el público panameño tiene hambre de consumir y producir arte, pero la oferta de contenido, los espacios y el respaldo son escasos.

La limitada presencia de arte en áreas públicas, ferias de arte o exhibición en lugares de alto tráfico, han llevado a que el arte sea consumido principalmente por un grupo pequeño de personas y con un fin más estético, decorativo o de entrenamiento.

En Panamá, nuestro propósito país está claramente definido. Gira en torno a nuestra posición geográfica y todos los servicios que alrededor de esto hemos desarrollado.  Este enfoque, hace difícil que cualquier tema que no se conecte con nuestro propósito país, logre relevancia y contar con el apoyo e involucramiento del músculo gubernamental y privado, totalmente necesitado para el desarrollo de esta “industria”.

¿Cómo podemos conectar el arte con nuestro propósito país?

Una sociedad expuesta al arte es una sociedad sensibilizada con el valor del trabajo humano y la posibilidad infinita que tenemos todos de crear y resolver cualquier situación que se nos ponga por delante.

La sensibilidad por el arte nos humaniza, nos hacer ser mejores personas y nos contribuye a desarrollar habilidades blandas, cualidades fundamentales para ser más respetuosos y cálidos entre nosotros. Estas habilidades son pieza clave importante en el desarrollar una cultura de servicio y atención al cliente, algo de valor incalculable y conexión directa con nuestra economía.

No obstante, quienes deben entender esto, aún no han logrado hacer esta conexión y siguen pensando que el arte es tan solo algo estético o de entretenimiento. En el mejor de los casos, lo vemos como una herramienta para mejorar la cartelera de eventos turísticos del país.

No hemos logrado entender que el arte y la cultura son las piezas faltantes en nuestra economía de servicios, no por lo que puedan generar de manera directa, sino por su impacto en el desarrollo educativo, social y humano de todos los panameños.

Al igual que cualquier industria, el arte requiere una cadena de valor en donde todos somo invitados y requeridos a participar.

Lo único importante es que el enfoque sea único y conectarlo con nuestra visión y propósito país, es la mejor manera de poner la ruda del arte a rodar.

Redes sociales:

@diegofabrega