Por Angelo Peregrina, guía experto certificado por la Autoridad de Turismo, líder comunitario.
Los centros históricos urbanos son el corazón palpitante de las ciudades, donde convergen historia, tradición e identidad. Estos núcleos antiguos, comúnmente conocidos como cascos viejos, representan mucho más que un cúmulo de edificaciones antiguas; son los cimientos sobre los que se ha construido la cultura y el espíritu de sus comunidades. En el caso de Panamá, el Centro Histórico es un área que ha preservado su acervo cultural, convirtiéndose en un símbolo del pasado que sigue siendo relevante en el presente. Este espacio no solo resguarda la memoria colectiva, sino que también abre un abanico de oportunidades para el emprendimiento y la innovación, especialmente en el marco de la responsabilidad social y la sostenibilidad.
El Centro Histórico de la Ciudad de Panamá, compuesto por los barrios de San Felipe, Santa Ana y zonas adyacentes como El Chorrillo, abarca un área que supera las 39 hectáreas en el casco antiguo y 160 hectáreas en Calidonia y La Exposición. Este espacio ha sido reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1997, debido a sus atributos de Valor Universal Excepcional. Entre estos atributos se destacan la traza urbana, la fortificación abaluartada, las edificaciones coloniales y el icónico Salón Bolívar. Esta designación no solo ha sido un reconocimiento a la importancia histórica y cultural de la zona, sino que también ha sido un catalizador para el desarrollo de nuevas iniciativas que buscan preservar y revitalizar el área, integrando a la comunidad y fomentando el turismo cultural.
El turismo cultural es una de las formas más efectivas de generar ingresos de manera sostenible en las comunidades que albergan centros históricos. Ciudades europeas han demostrado que el turismo basado en el patrimonio puede contribuir significativamente al Producto Interno Bruto (PIB), alcanzando hasta un 10% en algunos casos. Panamá tiene el potencial de seguir este camino, siempre y cuando se establezcan estrategias claras para preservar y promocionar su patrimonio cultural.
La preservación del Centro Histórico no solo asegura la llegada continua de turistas, sino que también fomenta la creación de empleo y la mejora de la calidad de vida en las comunidades involucradas. Organizaciones como AMPYME, Ciudad del Saber, Cámara de Comercio, Banco General entre otros han apoyado diversas iniciativas en este sentido, contribuyendo al desarrollo de un ecosistema que promueve la innovación social y el emprendimiento.
El Centro Histórico de Panamá no solo es un atractivo turístico; es un espacio vivo que ofrece múltiples oportunidades para el emprendimiento. Los emprendedores locales pueden aprovechar la rica historia y cultura de la zona para desarrollar productos y servicios innovadores que no solo atraigan a turistas, sino que también beneficien a la comunidad local.
Un ejemplo destacado es la iniciativa Descubriendo el Casco Antiguo, un proyecto de recorridos no tradicionales que combina entretenimiento y educación, integrando a artistas, gestores y líderes culturales. Este tipo de emprendimiento no solo genera ingresos, sino que también contribuye a la preservación y promoción de la cultura local.
Un caso ejemplar es la tienda VIP (avenida A entre calle 4 y 5 San Felipe), un pequeño negocio que comenzó en un espacio modesto y que hoy se ha convertido en un punto de referencia para turistas y locales. Este emprendimiento, junto con otros como el del raspadero Antonio y el artista Aníbal, demuestra cómo la creatividad y el aprovechamiento de los recursos locales pueden transformar la economía de un barrio.
Para que estas iniciativas tengan un impacto duradero, es crucial que se diseñen y ejecuten con un enfoque en la sostenibilidad. El uso de tecnologías verdes, la gestión eficiente de recursos como el agua y la implementación de prácticas de reciclaje son solo algunos de los aspectos que deben considerarse para asegurar que el desarrollo del Centro Histórico beneficie a las generaciones futuras.
Además, la formación continua en gestión cultural y habilidades blandas es esencial para que los emprendedores locales puedan desarrollar modelos de negocio sólidos y sostenibles. La participación en programas de capacitación, como los ofrecidos por diversas organizaciones, puede marcar la diferencia entre un proyecto efímero y un negocio exitoso a largo plazo.
Recomendaciones para Emprendedores
Para aquellos interesados en aprovechar el potencial del Centro Histórico de Panamá, hay varios pasos que pueden seguir:
- Explorar Alianzas: Colaborar con otras empresas, organizaciones y actores locales puede abrir nuevas oportunidades y recursos.
- Formación Continua: Invertir en la educación y el desarrollo de habilidades es clave para mantenerse competitivo en un mercado en constante evolución.
- Enfoque en la Sostenibilidad: Implementar prácticas sostenibles no solo es beneficioso para el medio ambiente, sino que también puede atraer a consumidores conscientes que valoran la responsabilidad social.
- Innovación en la Oferta: Crear experiencias únicas y auténticas, como recorridos culturales, productos artesanales o servicios especializados, puede diferenciar a un emprendimiento y atraer a un público más amplio.
El Centro Histórico de Panamá es más que un relicario del pasado; es un escenario vibrante lleno de posibilidades para aquellos dispuestos a explorar nuevas ideas y contribuir al desarrollo de su comunidad. A medida que seguimos promoviendo la responsabilidad social y la sostenibilidad, el futuro de estos barrios históricos se vislumbra brillante, ofreciendo un sinfín de oportunidades para el emprendimiento y la innovación.