Donación voluntaria de sangre, la ruta para no dejar a nadie atrás

Cada 14 de junio se celebra el Día Mundial del Donante de Sangre. Su objetivo es el de concienciar a todo el mundo sobre la necesidad de disponer de sangre y productos sanguíneos seguros para transfusiones, y sobre la crucial contribución que efectúan los donantes de sangre voluntarios y no remunerados a los sistemas nacionales de salud. Además, este día ofrece una oportunidad para instar a los gobiernos y las autoridades sanitarias nacionales a que proporcionen los recursos suficientes y establezcan sistemas e infraestructuras que permitan aumentar la obtención de sangre de donantes voluntarios y no remunerados.

La sangre y los productos sanguíneos seguros, así como su transfusión, son un aspecto fundamental de la atención y la salud pública. Cada día permiten salvar millones de vidas y mejorar la salud y la calidad de vida de muchos pacientes. La necesidad de sangre es universal, pero el acceso de todos los que la necesitan no lo es. La escasez de sangre es particularmente aguda en los países en desarrollo.

Sobre este tema nos acompaña como pluma invitada Macarena de la Rubia, coordinadora del Programa Dona Vida.

Como cada año, el Día Mundial del Donante de Sangre se celebra para agradecer a los donantes voluntarios y concienciar de la necesidad de hacer donaciones regulares para garantizar la calidad, seguridad y disponibilidad de sangre y sus hemocomponentes.

En Panamá, la donación voluntaria de sangre tiene oportunidad para seguir creciendo. Por ello, nace en el año 2012, el Programa Dona Vida, una alianza público-privada entre el Instituto Oncológico Nacional, Fundacáncer y la Fundación Felipe Motta, que busca aumentar la donación voluntaria de sangre en Panamá. Hasta la fecha, el programa ha conseguido elevar el porcentaje de donación voluntaria de sangre de un 6% a un 32% (cierre de 2020), pero solo entre los hospitales miembros del programa, el Instituto Oncológico Nacional y desde marzo de 2020, el Hospital Santo Tomás y el Hospital del Niño, sin embargo, esta cifra continúa siendo muy baja a nivel país.

¿Por qué es importante prestarle atención a esta situación? Principalmente porque la sangre no se puede fabricar de manera artificial. La única manera que tenemos de conseguirla es a través de aquellas personas que se acercan a donarla. Las transfusiones de sangre son vitales en el caso de algunas enfermedades como el cáncer y algunos tipos de anemia, ya que son parte del tratamiento, para emergencias, intervenciones quirúrgicas y otras enfermedades.

Los datos reflejan que solo el 6% de las donaciones de sangre en el país son voluntarias. La mayoría de las donaciones que se realizan son conocidas como donaciones de reposición, es decir, cuando las personas acuden a donar a nombre de un paciente, familiar o conocido que lo necesita, para reponer esas unidades que el paciente ya utilizó previamente o que va a utilizar para un tratamiento o intervención.

Tenemos por delante el reto de no solo convertir a todos esos donantes de reposición en donantes voluntarios, sino también de empezar a concienciar a los niños y jóvenes, a través de programas en las escuelas, para que cuando tengan suficiente edad para donar, se conviertan en donantes voluntarios y además sean multiplicadores del mensaje y agentes de cambio, en sus casas, en sus barrios y comunidades.

En la medida en la que construyamos una cultura de donación voluntaria de sangre podremos proponernos nuevos objetivos. La OPS/OMS apostó por alcanzar donación 100% voluntaria para América Latina y el Caribe para 2020, sin embargo, el avance en el cumplimiento de esta meta fue escaso. Por ello, desde el Programa Dona Vida, hemos desarrollado nuevas iniciativas que permitan mantener un proceso de mejora continua e incentivar cada vez más la donación voluntaria.

Desde 2012, contamos con una unidad móvil con la que nos desplazamos a realizar jornadas de donación a empresas, universidades, urbanizaciones, etc. Asimismo, contamos con el primer centro de donación fuera de un hospital en todo el país, que se inauguró en noviembre de 2017, ubicado en la Vía España frente a la Caja de Ahorros y próximamente nos mudaremos a un nuevo centro de donación mucho más grande, donde tendremos no solo la capacidad para atender más donantes, sino la oportunidad de poder trabajar inmediatamente en el estudio de las unidades obtenidas.

Donar sangre es un acto de humanidad. No hay que esperar a que alguien te pida que dones, o a que haya una emergencia para acudir a donar, la necesidad de sangre es diaria y como ciudadanos, tenemos el deber cívico de asegurarnos de que las neveras de nuestros bancos de sangre tengan un suministro oportuno y seguro de hemocomponentes. Si bien en Panamá, tenemos un largo camino por recorrer para llegar al 100% de donación voluntaria de sangre, estamos seguros de que, con la solidaridad de los panameños y panameñas, podemos conseguirlo. Les invitamos a que se acerquen a su banco de sangre más cercano a donar. Donemos sangre, para que el mundo siga latiendo.

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