Por: Isabella Rodríguez, presidenta de la Organización Echa Pa’ Lante Mujer
Panamá es el país líder de América Central y el Caribe en porcentajes de emprendimientos liderados por mujeres. Sin embargo, a pesar de que en Panamá el emprendimiento femenino representa casi un 60%, solo un 11% se convierten en PYMES establecidas, mientras que el porcentaje restante nunca llega a establecerse legalmente, o, en los peores casos, no llegan a sobrevivir su primer año.
Muchas veces las mujeres emprendedoras son olvidadas por los esfuerzos de crecimiento económico y por las iniciativas de educación empresarial. Trabajar el emprendimiento femenino va más allá de solo cumplir con el gran objetivo de empoderar a la mujer, si no que se adentra hasta los cimientos de la economía misma.
Según un estudio del McKinsey Global Institute, el PIB aumentaría hasta $12 billones más de lo actual si se impulsara el emprendimiento femenino y, con ello, la igualdad de género. Si hablamos de las comunidades donde las emprendedoras trabajan y residen, impulsar y llevar a sus negocios, y a ellas, al éxito, significaría una fuente de empleo para los habitantes de sus comunidades, representando un mayor flujo de dinero local, y, subsecuentemente, llevando a una mejora en la educación, salud e infraestructuras, así como también fomentando el crecimiento de los otros negocios de la zona, debido al uso de productos y materia prima local.
Dejando la economía a un lado, el empoderamiento a emprendedoras tiene un gran impacto social también, y es que hay un gran problema a nivel cultural cuando se trata de mujeres en posiciones de poder. ¿Cuántas niñas podrán decir que dentro de sus familias tienen a una madre, tía, prima siendo dueñas de su propio negocio o siendo jefas/directoras de una empresa? ¿Cuántas niñas podrán decir que conocen a alguna fuera de su familia? Según un informe del PwC y del informe GEM, solo un 25% de las mujeres ocupan puestos de alto cargo y solo otro 35% son dueñas de sus propios negocios en Panamá.
Esto nos muestra una falta de modelos a seguir dentro de las comunidades. Impulsar el emprendimiento femenino local sería como crear una incubadora de nuevas líderes comunitarias, llevándolas a inspirar a nuevas generaciones de emprendedoras, líderes y mujeres empoderadas.
Es por esta visual carencia y disparidad en oportunidades que nace Echa Pa’ Lante Mujer (EPLM). EPLM es una organización que busca apoyar, educar y guiar a las mujeres emprendedoras a través de su travesía como dueñas de un negocio, además de velar y luchar por los derechos de las mujeres dentro y fuera del mercado laboral, en pro de un Panamá más equitativo. Nosotros nacemos de la incubadora de proyectos conocida como el “Laboratorio Latinoamericano de Acción Ciudadana 2021”, o LLAC, un programa del Canal de Panamá.
Las actividades principales de nuestra organización son el desarrollo de programas educativos y asesorías personalizadas y especializadas, ambos dirigidos a presentes y futuras emprendedoras. Nuestro programa principal, el Programa de Capacitación Empresarial y Financiero Echa Pa’ Lante Mujer, es nuestra iniciativa estrella, enfocándose en apoyar y educar a mujeres en situación de vulnerabilidad de sectores de la capital, y el cual ha impactado a más de 40 mujeres e indirectamente a más de 50 familias, habiendo realizado tres ediciones desde el 2021.
Nuestro programa ha conseguido un 95% de satisfacción total entre nuestras beneficiarias, quienes al finalizar experimentan un crecimiento personal exponencial, motivadas a continuar aprendiendo y apoyando a las siguientes generaciones de mujeres emprendedoras. “¡Los felicito! ¡Y gracias por ayudarme a ver más allá de mi percepción! Ahora puedo ver que tengo mayor capacidad de lograr mis objetivos con la guía y ayuda de personas como ustedes…” fue uno de los comentarios finales de Sari López, egresada y ganadora del primer lugar de la tercera edición.
EPLM, más allá de ofrecer programas, buscamos crear “impulsadoras”. Procuramos desarrollar el potencial de cada una de nuestras estudiantes, incluso después de la finalización de nuestras iniciativas, ofreciéndoles oportunidades de crecimiento, espacios de conexión con otras emprendedoras, y muchas otras experiencias para empoderar su confianza y trabajarles las líderesas que llevan dentro. Según Yirka Pino y Rayieni Racero, egresadas de la tercera y segunda edición del programa, denotaron más confianza en sí mismas, mejorando así sus habilidades de venta y comunicación: “Ojalá más mujeres puedan empezar a creer en sí y sentirse bien en el programa al igual que yo”, comentó Pino.
Además de promover su desarrollo personal, también las guiamos hacia la innovación, fomentando el carácter competitivo de sus emprendimientos y ayudándolas a destacar dentro del mercado. Así sucedió con Dianeth Pinillo, egresada de la tercera edición del programa y dueña de un emprendimiento de repostería, quien, gracias a la influencia recibida, pasó de vender solo dulcería habitual a agregar toda una línea nueva de productos dirigidos a personas con diabetes, hipertensión y con resistencia a la insulina, al descubrir que sería la perfecta manera de diferenciarse, ya que, al ella padecer de prediabetes, conectaría directamente con sus clientes objetivo y amoldaría los productos a la realidad de ellos, al ella vivirlo también.
Continuar empoderando a las mujeres emprendedoras es un mecanismo más para continuar reduciendo la brecha de género. Brindarles las herramientas y oportunidades necesarias para su crecimiento contribuye a la independencia financiera de las emprendedoras, la creación de redes de apoyo y el incremento de mujeres modelo a seguir dentro de las comunidades, así como aumenta la presencia de mujeres en puestos de alto cargo y empresas lideradas por ellas, y, como dicho anteriormente, aportando a la economía mundial.
Sin embargo, a pesar de todo esto, y debido a la ascendente tasa de emprendedoras que surge cada año y a sus nuevas necesidades, emergentes de los cambios y demandas en el mercado, sumándole el poco apoyo tanto financiero como preparativo para organizaciones e iniciativas en auge, cada vez es más difícil cubrir y apoyar a las poblaciones de mujeres que más lo necesitan, así como ofrecer una experiencia completa para las beneficiarias. Esto también nos obliga a sobrevivir de un capital voluntario humano para el desarrollo de las iniciativas, el cual muchas veces no es suficiente, poniendo en peligro la sostenibilidad de nuestras organizaciones y teniendo que atenuar la calidad de nuestros programas educativos por falta de recursos económicos. Esto empeora en las iniciativas dirigidas por jóvenes, siendo EPLM una de estas, donde el rechazo no se hace esperar, y tanto posibles colaboradores y patrocinadores dan marcha atrás por dudar del potencial de la juventud y sus ideas.
Invitamos a las empresas y organizaciones a sumarse a nuestra misión, siendo promotores del potencial juvenil e impulsándonos a ser parte del cambio que ya ustedes están consiguiendo. Actualmente, nuestro proyecto cuenta como aliado a entidades como Sumarse,
el LLAC, la Embajada de Estados Unidos, Fundamorgan, Innovanation, Fundación Jesús Luz de Oportunidades, Fundación Ciudad del Saber y Voces Vitales. Si te interesa saber más de nosotros, nos puedes encontrar en Instagram como @echapalantemujer.
Uniéndonos es y será la única solución para cambiar las vidas de miles de panameñas, llevándolas a lograr metas y cumplir sueños, ya que ser mujer nunca tuvo una barrera para alcanzar el éxito. Si queremos ver un cambio, es hora de que digamos: “¡Echa Pa’ Lante, Mujer!”