El rol de la ética frente a la corrupción en pro del desarrollo sostenible

La corrupción tiene repercusiones negativas en todos los aspectos de la sociedad y está profundamente ligada a los conflictos y la inestabilidad, poniendo en peligro el desarrollo social y económico y las instituciones democráticas y el Estado de derecho.

La prevención de la corrupción, el fomento de la transparencia y el fortalecimiento de las instituciones son fundamentales para alcanzar las metas previstas en los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

El Día Internacional contra la Corrupción de 2022 tiene por objetivo poner de relieve el vínculo crucial entre la lucha contra la corrupción y la paz, la seguridad y el desarrollo. 

Para abordar el tema nuestra pluma invitada Arturo Carvajal, socio Líder de Asesoría en KPMG en Panamá.

Para entender el rol de la ética frente a la corrupción debemos comprender qué son los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), también conocidos como Objetivos Mundiales Agenda 2030, que son diecisietes (17) principios adoptados por todos los estados miembros de la ONU para poner fin a la pobreza, proteger el planeta y garantizar que todas las personas gocen de paz y prosperidad para 2030. Esta realidad está haciendo que las organizaciones incorporen gradualmente nuevos elementos a sus estrategias, estructuras de gobierno corporativo y sus grupos de interés. Por consecuencia, es una hoja de ruta hacia un nuevo paradigma de desarrollo en el que las personas, el planeta, la prosperidad, la paz y las alianzas toman un rol central. Por otro lado, en las organizaciones (ya sean públicas o privadas con o sin fines de lucro), la Agenda 2030 ha llevado a que las empresas ya no quieran imponerse metas de crecimiento por encima de las posibilidades o descuidar aspectos normativos.

De acuerdo con un estudio reciente de KPMG titulado “Cómo informar sobre los ODS: qué aspecto tiene y por qué es importante”, el cuarenta por ciento (40%) de las 250 organizaciones más grandes del mundo ya hacen referencia a los ODS en sus reportes de sostenibilidad, lo que sugiere que el interés en reportes ODS ha crecido rápidamente desde su establecimiento en septiembre de 2015.

En este contexto, existe el Objetivo 16: “Promover sociedades pacíficas e inclusivas para el desarrollo sostenible, facilitar el acceso a la justicia para todos y crear instituciones eficaces, responsables e inclusivas a todos los niveles”.  

Al revisar este postulado, queda en evidencia que una de las metas de la Agenda 2030 se refiere específicamente a delitos o acciones que al ser ejecutadas perjudican directamente a la población más necesitada. Es allí entonces, donde cualquier entidad que se encuentre involucrada o relacionada con alguna de esas actividades será menos competitiva o atractiva como inversión.

En este sentido, por declaración de la ONU: “La corrupción, el soborno, el robo y la evasión impositiva cuestan alrededor de US $ 1,26 billones para los países en desarrollo por año; esta cantidad de dinero podría usarse para ayudar a aquellos que viven con menos de $ 1.25 al día durante al menos seis años”.

Otro de los aspectos cruciales para el logro del Objetivo 16, es el Pacto Mundial de la ONU, que es un llamamiento a las empresas y organizaciones a que alineen sus estrategias y operaciones con Diez Principios universales sobre derechos humanos, normas laborales, medioambiente y lucha contra la corrupción. En donde, el principio 10 del pacto es «Las empresas deben trabajar contra la corrupción en todas sus formas, incluidas extorsión y soborno».   

En virtud de lo explicado, la ética dentro de la actividad empresarial se trata de un elemento que debe ser establecido de forma transversal, incorporándola como elemento común en la toma de decisiones, y en la totalidad de las áreas de trabajo. De ahí nace, el desarrollo de la ética empresarial, que se ocupa del estudio de las virtudes personales que han de estar presente en el mundo de los negocios.

Cuando en cualquier empresa prima el respeto por los valores éticos es casi una condición sine qua non que nadie procederá en orden a corromperlos, por el contrario, en aquellas organizaciones en las cuales los beneficios económicos son los únicos que mandan, ahí sí se tenderá a olvidarse del respeto de los principios morales. La clave del éxito de una empresa no radica solamente en vender y vender, sino que debe prestarle atención a los valores éticos para que el éxito sea completo.

Uno de los elementos claves para el desarrollo de ética empresarial en el sector privado es trabajar las virtudes de un líder ético, que son las siguientes: 

Otro de los elementos claves en el sector privado es el establecimiento del código de ética empresarial, cuyas funciones sean las siguientes: 

Hoy en día, las organizaciones tanto públicas como privadas tienen múltiples desafíos para la implementación de la ética empresarial. Sin embargo, la columna vertebral de estos desafíos es la implementación de una cultura ética apoyado con un programa de cumplimiento, estructurado en tres pilares:

Pilar I. Prevención

  • “Tone from the Top”. Marcar el tono ético entre los directivos de la Junta Directiva y Alta Administración.
  • Definir los objetivos y principios que se soporta el Programa de Cumplimiento.
  • Identificar y evaluar los riesgos de ética empresarial de forma integral (mapa de riesgos).
  • Verificar y valorar los controles.
  • Crear plan de mejora.
  • Diseñar e implementar protocolos y procedimientos de actuación.
  • Proporcionar orientación y apoyo a las diferentes áreas de la organización, a través de planes de formación.
  • Sensibilizar a la organización sobre la importancia del cumplimiento regulatorio.
  • Políticas de contratación y promoción.

Pilar II. Detección

  • Vigilancia y control del cumplimiento del Modelo de Prevención.
  • Monitoreo de los indicadores de riesgo (Key Risk Indicators – KRI)
  • Test periódicos de verificación.
  • Canal de denuncias (Whistleblowing).
  • Investigaciones internas.
  • Auditorías Independientes.
  • Informar a la Junta Directiva.
  • Seguir y revisar el correcto funcionamiento del Programa de Cumplimiento.
  • Medir el desempeño del Modelo de Gestión de Cumplimiento.

Pilar III. Resolución

  • Establecer recomendaciones y medidas para garantizar la resolución de los incidentes.
  • Adoptar sanciones para los casos de incumplimientos.
  • Modificar el Modelo de Gestión de Cumplimiento en caso de fallos de funcionamiento o cambios en la organización.

Finalmente, la adopción de una cultura ética alineado a ética empresarial, apoyado por un Programa de Cumplimiento, contribuirá a los siguientes beneficios:

  • Contribuyen a la igualdad y justicia social.
  • Generan mayor reputación y competitividad.
  • Contribuyen al correcto funcionamiento de los mercados.
  • Minimizan el fraude.
  • Ayudan a evitar sanciones regulatorias.

Para más información de nuestra estructura, visite: home.kpmg/governance

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