En muchos países del mundo Junio es el Mes del Orgullo, y es cuando las comunidades LGBT se unen para celebrar la libertad de poder elegir quiénes son. Su génesis está en la historia de grupos que durante muchos años han defendido su postura y buscado la manera que sean superado los prejuicios.
Hoy por hoy, la diversidad dentro de las empresas, se ha convertido en uno de los temas de mayor relevancia. La diversidad en el lugar de trabajo significa que la fuerza laboral de una empresa está compuesta por empleados de diferentes géneros, edades, religiones, razas, etnias, orientación sexual, religión, idiomas, educación, habilidades y más.
Cuando las empresas son diversas logran equipos más creativos, productivos, innovadores, también menos rotación de personal, con mayor capacidad de resolver problemas y mejor a la hora de tomar decisiones. Este tema ha sido abordado con nuestras dos plumas invitadas:
- Iván Chanis Barahona, Presidente de Fundación Iguales
- Karen Ábrego, co fundadora de la organización Independientes Pro Derechos Humanos Panamá (IPDH).
Representas a una organización que trabaja en pro de los DDDH, cuéntanos quienes son, que han hecho y qué avances hay en este tema.
Fundación Iguales – Panamá, es una organización sin fines de lucro que promueve la observancia, promoción y respeto a los derechos humanos como vía para afianzar valores como la igualdad y el respeto a la diversidad en la sociedad. La Fundación promueve la educación de valores democráticos en base a los principios de libertad, igualdad ante la ley y no discriminación como elementos fundamentales para fortalecer el desarrollo y la paz. Su misión es eliminar la discriminación por diversidad sexual, estableciendo y fortaleciendo programas de diagnóstico, sensibilización, promoción y defensa de Derechos Humanos. Iguales es una organización representante de la sociedad civil, conformada en la Panamá, que participa activamente en grupos y redes de derechos humanos tanto nacionales como internacionales. Los avances se evidencian en que en el Panamá de hoy, la conversación sobre las vidas de personas LGBTIQ+ se da en todos los espacios del país. En las familias, en los trabajos, en los medios de comunicación, en las redes sociales… lo que normaliza nuestras existencias y nos acerca a la igualdad.
Iván Chanis, presidente de la fundación explica que, para ellos, respetar, promover, proteger y garantizar los derechos de las personas LGBTI “es lo ético. Es lo justo. Y no hacerlo va en contra de todos los valores que nos hacen una democracia donde el respeto a los derechos humanos de todas las personas es indispensable. Es respetar la dignidad humana de un grupo de la población que históricamente ha sido apartado y que lo único que pide es respeto a sus vidas y sus familias”.
Por otro lado, está la organización Independientes Pro Derechos Humanos (IPDH Panamá), una organización sin fines de lucro con personería jurídica en Panamá desde el año 2019 conformada por profesionales en las áreas de conocimiento en género, derechos humanos, desarrollo humano, seguridad humana y comunicación social y en conjunto con otras organizaciones de la sociedad civil realizaron el World Pride Panamá, desde el año 2017, así como la creación e implementación de la Escuela Diversa de Panamá.
Para, Karen Ábrego de IPDH Panamá es fundamental garantizarle todos sus derechos a esta comunidad indicando que así debe ser “por el solo hecho de ser seres humanos tal y como lo consagra la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Sin embargo, los patrones sociales y culturales sobre todo en sociedades como las de la región de Latinoamérica justifican la vulneración de los derechos de las personas LGBTI, por considerar que su orientación sexual y/o identidad/expresión de género es fuera de la norma y estigmatizada. Los Estados están obligados a proteger e impedir abusos, discriminación y todo tipo de violencia a cualquier persona independientemente de su sexo y género. Los derechos de las personas LGBTI son derechos humanos y lamentablemente algunos Estados no los consideran así”.
Pride Month o mes del orgullo: su evolución en Panamá
Ábrego, quien es comunicadora social, manifiesta que se trata de la mayor oportunidad de educar en derechos humanos de la diversidad sexual tanto al interno de la población LGBTI, así como, a familiares, academia, sector privado, instituciones gubernamentales, organismos internacionales y la sociedad en general.
Señaló que IPDH Panamá, es responsable de la Semana educativa del World Pride Panamá y desde que asumieron este liderazgo como organización ha evolucionado en contenido, análisis y visibilización de las situaciones de exclusión, discriminación y violencia hacia las personas por su orientación sexual y/o identidad/expresión de género. Como ejemplo menciona que, actualmente los medios de comunicación abordan la temática LGTBI con mayor respeto y profundidad. En las discusiones sobre las políticas públicas se toma en cuenta los enfoques relacionados con la diversidad sexual desde un análisis interseccional.
Chanis, quien es abogado de profesión, explica que ven Pride como una expresión de protesta y reivindicación de derechos de la población LGBTIQ+. Conmemora la lucha y celebra los avances, haciendo énfasis en que la batalla por la libertad continúa, persistiendo aún a 52 años de las protestas de Stonewall(Nueva York) la violencia y discriminacion por orientación sexual, identidad y expresión de género.
Destaca que este mes, ha evolucionado de ser un evento aislado con poca participación a ser una conmemoración donde miles de personas, tanto de la población LGBTIQ+ y sus familias, así como personas aliadas, participan para visibilizar la lucha por una sociedad más justa para todxs.
En cuanto a las violaciones de los derechos humanos a las que están expuestas las personas LGBT, menciona que de manera común violencia, discriminación y exclusión. “Las personas LGBTIQ+ en Panamá no somos ciudadanos plenos. El sistema legal directamente nos discrimina e ilegalmente prohíbe el pleno disfrute de nuestros derechos. El acceso en igualdad al matrimonio civil, al derecho a la identidad y expresión de género, a la protección de la seguridad social, a la no discriminación laboral, entre una lista extensa de situaciones que ponen a nuestra población en una especial vulnerabilidad, que se expresa cada día que no somos reconocidas como personas iguales”.
Mientras que Ábrego menciona que la atención en el sector de salud está cargada de estigmas, como ejemplo, el caso que las personas homosexuales han sido rechazadas como donantes voluntarios de sangre debido a políticas que lo impiden tácitamente. Mientras que las personas trans se le niega el derecho a la atención en algunos centros de salud y servicios relaciones a la salud sexual y salud reproductiva. También en cuanto a los estamentos de seguridad y protección de la ciudadanía se registran políticas y reglamentos internos que excluyen a las personas gays y lesbianas para ejercer estas funciones.
“En Panamá por solo hecho de expresar una identidad u orientación distinta, y son muchas las personas las que se exponen desde muy temprana edad a situaciones de abuso y de todo tipo de violencia. Es normal en el contexto local la expulsión de niñas, niños y adolescentes trans e intersexuales de sus hogares, centros educativos y de cualquier otro entorno de socialización” acotó.
Agenda 2030 una oportunidad para la inclusión de la comunidad LGTBI
Chanis, defensor de los Derechos Humanos, indica que la Agenda 2030 es una oportunidad si así el Estado y los diferentes liderazgos lo reconoce, por que claramente establece que no se puede dejar a nadie atrás. “Al final esto es un tema de voluntad política, ¿qué tipo de sociedad queremos ser? Una que realmente se incomoda si es necesario con la finalidad de la construcción de una sociedad más justa para todas las personas. O una que convenientemente se amolda a la evolución a pasos lentos, sabiendo que el no hacer nada, o el hacer poco, no necesariamente le traerá consecuencias. Quiero pensar que los liderazgos en el mundo de hoy son valientes, y que una o un verdadero líder, realmente hace lo correcto”.
Desde su perspectiva, Ábrego quien además es capacitadora de la Escuela Diversa, indica que “la Agenda 2030 es una oportunidad de encaminar esfuerzos conjuntos para erradicar la discriminación y violencias a las personas LGBTI, ya que los países miembros se comprometieron a -no dejar a nadie atrás-. Esto significa que los 17 objetivos y 169 metas no se podrán lograr sin la inclusión real de todas las personas, particularmente aquellas más vulnerabilizadas”.
Participación del sector privado
Para la co fundadora de IPDH Panamá, se requiere el compromiso de las empresas en generar espacio de sensibilización y capacitación al personal tanto en las relaciones entre colaboradores como en la atención y servicio a sus clientes. Esto conlleva la revisión y ajustes de reglamentos internos, identificación de buenas practicas que promuevan el respecto y la inclusión, la igualdad de condiciones y oportunidades sin distinción por género, raza, etnia, edad u orientación sexual. Y considera que para contribuir en la consecución de los ODS es necesario generar alianzas y cooperación con otras empresas (proveedores, clientes e intermediarios) para fomentar una cultura empresarial inclusiva para la reducción de las desigualdades.
Por su parte, Chanis dice que la diversidad y la inclusión son principios probados y medibles en un desarrollo sostenible moderno. Si hay voluntad se pueden lograr profundos cambios que impacten positivamente a personas que hoy día están compitiendo en una carrera con más obstáculos. Las empresas tienen el deber ético de ser motores de cambio positivo y de generar los cambios para el trato digno de todas las personas. Las recomendaciones están todas dadas, claras y accesibles a todas las empresas. Los Principios Rectores sobre Empresas y Derechos Humanos de Naciones Unidas son constantemente revisados y actualizados. Hay muy buenas recomendaciones del WEF, de otros organismos internacionales y regionales, de consultoras internacionales que han compartido grandes herramientas. Sumarse – Pacto Global Panamá tiene los e-learning y el conocimiento para asesorar a las empresas que necesiten de un acompañamiento. Las oportunidades están en el compromiso real, decidido y ético de las empresas a ser las mejores empresas puedan ser, en el respeto a los derechos y dignidad de todas las personas, lo que incluye un inequívoco apoyo a las personas LGBTIQ+ y todo grupo en condición de vulnerabilidad.
Un plan de Diversidad e Inclusión en las empresas aumenta la satisfacción de los empleados, y reduce conflictos, mejorando la colaboración y la lealtad de los empleados, es un acelerador de la innovación y se convierte en un elemento diferenciador de una organización siempre que sea una estrategia de diversidad real y efectiva.
Las buenas prácticas en pro de la diversidad aceleran directamente el ODS 10 de Reducción de las desigualdades que entre sus metas plantea potenciar y promover la inclusión social, económica y política de todas las personas, independientemente de su edad, sexo, discapacidad, raza, etnia, origen, religión o situación económica u otra condición, así como, garantizar la igualdad de oportunidades y reducir la desigualdad de resultados, incluso eliminando las leyes, políticas y prácticas discriminatorias y promoviendo legislaciones, políticas y medidas adecuadas a ese respecto.
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