Las mipymes, clave para una recuperación inclusiva y sostenible

El 27 de junio es el Día de las Microempresas y las Pequeñas y Medianas Empresas, así lo declaró la Asamblea General para concienciar acerca de su contribución al desarrollo sostenible y la economía global.

En su página web, la Organización de las Naciones Unidas destaca que dentro del sector privado, las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes),  especialmente las lideradas por mujeres, jóvenes, minorías étnicas y migrantes, fueron las que más sufrieron. Además los negocios en donde la mujer es la propietaria tienen un 27% más de probabilidades de no sobrevivir a la pandemia.

La estadísticas mundiales reflejan que las mipymes formales e informales representan más del 90% de todas las empresas y representan, en promedio, el 70% del empleo total y el 50% del PIB. Como tales, son actores clave para lograr una recuperación verde.

Para abordar este tema, contamos con Larú Linares, Gerente de Emprendimiento Femenino y Social de Fundación Ciudad del Saber, como pluma invitada.

El escenario incierto que estamos viviendo actualmente sin duda ha impactado a las Mipymes lideradas por mujeres, siendo las mujeres las que más desarrollan emprendimientos tradicionales, vemos cómo estos sectores se han visto fuertemente impactados de manera negativa, entre estos sectores podemos mencionar turismo, comercio al por menor, la salud y belleza, restaurantes, pastelería, artesanías entre otros. Según el estudio GEM, en Panamá la pandemia ha sido la principal razón por la cual las mujeres abandonaron sus emprendimientos. Pero la reinvención ha jugado un papel importante como herramienta de subsistencia de muchos emprendimientos, en todo el país, así que hemos visto mujeres cambiando lo que originalmente producían, para crear lo que la comunidad estaba demandando por temas de pandemia.

Las mujeres somos el 50% de la población tanto a nivel global como a local, el emprendimiento femenino tiene particularidades interesantes, además de ser sustento de muchos hogares, las mujeres para el sector financiero son vistas como mejores pagadoras que los hombres, 54% de la Pymes lideradas por mujeres incumplen menos sus pagos con relación a los hombres, los Bancos encuentran a las clientes mujeres más leales y más propensas a las oportunidades de “Cross-selling” que los hombres, las mujeres emprendedoras tienden a generar 20% más de ingresos que los hombres, a pesar de que invierten un 50% menos que ellos.

Además, las mujeres se inclinan más al trabajo colaborativo y a los emprendimientos que generen beneficios y bienestar para la comunidad. Sin duda la promoción y respaldo del emprendimiento femenino es una estrategia que redunda en beneficios que impactarán positivamente en la sociedad, tal como lo plantean los Objetivos de desarrollo sostenible, logrando equidad, inclusión, políticas y espacios en donde las mujeres podamos crecer y abrir puertas a otras que también tienen ideas y emprendimientos con potencial, para escalar local e internacionalmente.

La adaptación a los cambios constantes es uno de los desafíos más importantes que deben aprender y asumir nuestros emprendimientos actualmente, ser innovador ya sea en los productos que desarrollan, como en los procesos de producción, de venta y comercialización son algunas de las habilidades que las emprendedoras deben ejercitar constantemente. No podemos seguir emprendiendo desde una mirada tradicional, nuestro enfoque debe incluir altos porcentajes de pensamiento crítico, creatividad y diferenciación para poder competir con ingenio y fuerza, ya que, no solo competimos con el local de al lado, ahora se compite a nivel global con empresas que están a solo un clic de nuestros clientes.

Es evidente que el emprendimiento femenino necesita amigos/as, las emprendedoras requieren capital semilla para poder crecer y potenciar sus proyectos, actualmente en Panamá no contamos con fondos de capital semilla para emprendimientos liderados por mujeres. Existen recursos del gobierno, pero los emprendimientos en sus diferentes etapas van requiriendo diferentes tipos de apoyos, es así como en otros países vemos instituciones que trabajan con fondos privados y brindan capital que inicialmente puede ir desde 50,000 a 250,000 para potenciar un proyecto, los cuales pueden usarse entre otras cosas para estudios, desarrollos, prototipaje, validación, incursión en nuevos mercados.

También se requiere apoyar el consumo de la producción local y facilitar el acceso de los productos y servicios de nuestras emprendedoras en las diferentes cadenas de distribución y ventas que ellas han detectado rentables para llegar a sus clientes, actualmente las barreras y requisitos no les permiten ni siquiera pensar en siguientes pasos.

Desde la Fundación Ciudad del Saber tenemos el programa Canal de Empresarias, que apoya en el desarrollo de emprendimientos liderados por mujeres, este programa persigue la creación de modelos de negocio competitivos y escalables, enfocados en oportunidades y mercados en las que se debe innovar y pensar globalmente y de forma disruptiva. También tenemos programas como Voces Vitales y Banistmo que apoyan el desarrollo del emprendimiento femenino.

Las mujeres estamos más representadas en los salones de las universidades y maestrías, sin duda estamos altamente preparadas, además vemos al emprendimiento como una opción de crecimiento durante casi toda nuestra vida laboral, pero debemos trabajar más en salir de lo tradicional, asumir los riesgos y atrevernos, trabajar y lograr el equilibrio  de tareas en nuestra familia, distribuir el tiempo entre la carrera, trabajo y emprendimiento, ya que para muchas nuestra doble jornada laboral no nos deja ni tiempo, ni vida para hacer realidad esa empresa que seguramente tiene alto potencial.

Aquellas que ya lideran su empresa, deben enfocarse en pasar al siguiente nivel, asociarse, buscar aliados y oportunidades no solo aquí sino en otros mercados. Creer en lo que haces y creer en que puedes crecer.

Trabajemos en fijarnos una meta importante y escribamos los pasos que debemos seguir para lograrla; lograr metas no es ajeno a nosotras, somos mujeres, educamos a nuestros hijos, administramos nuestros hogares, gerenciamos proyectos, terminamos exitosamente nuestras carreras, ahora enfoquemos esa energía y capacidad en ese emprendimiento o empresa que tanto nos apasiona.

Las pymes son esenciales para el futuro del trabajo, no sólo desde la óptica de la creación de empleo y el crecimiento económico, sino también como motores de la innovación y la competencia en los mercados.

Contribuyen directamente al ODS 5 de igualdad de género y al ODS 8 de Trabajo Decente y Crecimiento Económico específicamente en su meta 8.3 que se refiere a promover políticas orientadas al desarrollo que apoyen las actividades productivas, la creación de puestos de trabajo decentes, el emprendimiento, la creatividad y la innovación, y fomentar la formalización y el crecimiento de las microempresas y las pequeñas y medianas empresas, incluso mediante el acceso a servicios financieros.

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