Mes de la Etnia Negra: celebremos la multiculturalidad y erradiquemos la discriminación

Desde el año 2000, el Mes de la Etnia se celebra en Panamá cada mes de mayo, bajo la ley 9 del 30 de mayo, para resaltar los aportes científicos, culturales, gastronómicos, laborales y económicos de los afrodescendientes panameños.

Este mes es especialmente propicio para, además de resaltar los aportes de la cultura afro a nuestro país, sensibilizar sobre la no discriminación y la diversidad. Un reciente estudio desarrollado por el Centro Internacional de Estudios Políticos y Sociales AIP – Panamá (CIEPS) reveló que 8 de cada 10 personas piensan que en Panamá hay discriminación, y según la muestra el 48.8% considera que la principal causa de discriminación es la etnia.

Para hablar de ello nuestra pluma invitada es Ligia Margarita Grenald Rochester, activista en temas que resaltan todo lo relacionado a la etnia negra, docente universitaria y propietaria de Barikiwa PTY, espacio virtual en el que destaca el turbante, que se ha convertido en el símbolo de la mujer africana, representando belleza, protección, sabiduría, respeto, orgullo e identidad. Lo llevan en todas las ocasiones de la vida diaria gracias a su versatilidad a distintos estilos de vestimenta.

Actualmente, la discriminación en Panamá existe. Puedo darte dos ejemplos puntuales: En el ámbito laboral; la paridad en conocimiento vs remuneración vs género y raza es chocante. El área educativa no se exime de esta situación. La educación no  alcanza a todas las áreas y se tiende a tener diferencias con el  individuo por el área de residencia, por el nivel económico, rasgos físicos,  o por el corte del cabello que no impide en nada  el aprovechamiento del conocimiento.

Para erradicarla, la educación juega un papel muy preponderante en la eliminación de disparidad, el estigma, discriminación y promover la inclusión en todas las áreas de la vida nacional. Existen varios grupos y asociaciones que actualmente luchan, contribuyen y colaboran con el estado para fomentar leyes que acaben con la discriminación en este país. La Red de Jóvenes Afropanameños hace una labor incansable por lograr la inclusión y acabar con la discriminación en nuestro país.

Somos una sola raza. La Humana. Panamá es un país multi-racial y multi-cultural. Nuestros ancestros contribuyeron al desarrollo y crecimiento de este país, al igual que otras razas que forman parte de este gran hub llamado Panamá. Con lo anteriormente mencionado, no debería existir en este país discriminación ni exclusión alguna, máxime si todos estamos entrelazados de alguna manera, gracias a nuestros colonizadores. Nuestro terruño tiene una posición geográfica envidiable y eso contribuye a que se puedan hacer negociaciones y transacciones de productos, bienes y servicios de una manera  rápida y expedita. En adición por esta posición geográfica y por el mercado de servicio en que nos movemos, mínimo se debería hablar fluidamente 5 idiomas.

Hablemos de trenzas y turbantes

Las trenzas eran usadas como mapas para fijar la dirección de las rutas de escape de los esclavizados. Allí también se guardaban monedas producto de los trueques y  los granos de diferentes cosechas para solventar la necesidad alimentaria de sus familias una vez lograran escaparse o comprar su libertad.

Las familias eran separadas y enviadas a distintas plantaciones o fincas para trabajar las tierras y cosechar los  frutos o productos de estas, por lo que las trenzas también eran utilizadas para comunicarse con las familias y enviar mensajes que solo los esclavizados podían entender.

Los turbantes por su parte fueron usados como material de discriminación y disminución del ser. Los cabellos eran considerados desalineados, sucios, malos y sin presencia, pero al mismo tiempo la diversidad de peinados era molestoso para las esposas de los feudos quienes afirmaban que esos cabellos y las curvas de las negras incitaban al sexo. Las feudas constantemente cortaban los cabellos de sus esclavas y las obligaban a cubrirse las cabezas con trapos y restos de telas provenientes de vestidos y camisas en desuso.

En 1789, el entonces gobernador del estado de Louisiana, Esteban Rodríguez Miró y Sabater firmó la Ley Tignon para apaciguar el celo de las mujeres caucásicas. Esta ley  establecía que las mujeres negras no tenían derecho a portar sus cabellos sueltos y estaban confinadas al uso del “trapo” en sus cabezas de manera permanente. Esta ley no incomodó a las negras por mucho tiempo, ya que estas se las ingeniaron para acicalarlas con plumas, piedras, flores y demás adornos provocando aún más la atención de los hombres.

Cabe destacar que, actualmente existe un desconocimiento en el uso y manejo del cabello afro en Panamá. Por mucho tiempo el cabello se mantenía corto (en el caso de los hombres) y alisado (en el caso de las mujeres) para mantener  el cabello “dominado” y encajar en el modelo europeo. Hoy, debido a todos los acontecimientos acaecidos mundialmente y mayormente  durante la pandemia, los moldes para encajar en el modelo anterior se han roto, trayendo como consecuencia la liberación del estado original de los cabellos afro y/o rizados de la diáspora afrodescendiente.

El cabello afro es nuestro cabello natural y debe ser aceptado y respetado al igual que el cabello de cualquier otro grupo étnico existente.

Trabajo en equipo

Primero debemos entender que nadie nace discriminando, eso se aprende. Este comportamiento ha sido adoctrinado por generaciones y la única manera de desaprender algo mal aprendido es re-educando. La investigación y la educación constante son maneras de promulgar los cambios necesarios para que la sociedad esté informada, por ende los conversatorios, las charlas, los foros y debates son plataformas esenciales para la  distribución  de la información y el aprendizaje dando como resultado un cambio en el pensamiento y comportamiento de todos. El cambio de narrativas en los libros de historia, incluyendo la versión que no se ha contado, ayudará a cambiar la percepción y la información que se ha mantenido todos estos años y que es errónea.

Es necesario trabajar de la mano para sensibilizar, educar y lograr impacto sobre estos temas. Sin duda, la discriminación es marcada en Panamá, comparto 3 ejemplos de discriminación normalizada, es decir, que “nadie” o muy pocas personas lo identifican como discriminación:

  • Eres muy linda para ser negra
  • Ahí hubo mano negra
  • Trabajando como negro para vivir como blanco

Podemos eliminar estos estereotipos, investigando, hablando, preguntando y leyendo, es lo que les sugiero a mis estudiantes ya todas las personas que quieran hacer un cambio en las relaciones interpersonales con la comunidad afrodescendiente y cualquier comunidad en Panamá.

Como educadora y empresaria, me dedico a dar docencia e informar donde este, la verdad de nuestra historia. Debo decir que yo también estoy aprendiendo y a la vez comparto lo aprendido con otras personas. Tomará un tiempo que todos entendamos y aceptemos lo que realmente sucedió y solo hasta entonces podremos vivir todos en una comunidad y en franca hermandad.

La educación como parte fundamental en el desarrollo de la sociedad debe hacer cambios contundentes en los libros de historia. La narrativa manejada hasta nuestros días debe ser descontinuada. Existen aportes por afrodescendientes en el área de ciencias, tecnología, electrónica en adición a las áreas ya conocidas que nunca han sido mencionadas ni mucho menos impartidas en las aulas de nuestro país. La historia tiene dos caras y hasta hoy se conoce solamente una versión de los hechos. Creo que para poder crecer como una población de primer mundo debemos conocer y manejar los datos históricos para no volver a repetirlos.