¿Sabías que dependemos de la supervivencia de las abejas?

Cada 20 de mayo de celebra el Día Mundial de las Abejas, el objetivo principal es proteger a las abejas y a otros polinizadores para que puedan contribuir de forma significativa a resolver los problemas relacionados con el suministro de alimentos en el mundo y acabar con el hambre en los países en desarrollo.

El lema para este año es “Celebremos la diversidad de las abejas y de los sistemas de apicultura”.

Las abejas y otros polinizadores, como las mariposas, los murciélagos y los colibríes, están, cada vez más, amenazados por los efectos de la actividad humana.

La polinización es un proceso fundamental para la supervivencia de los ecosistemas, esencial para la producción y reproducción de muchos cultivos y plantas silvestres. Casi el 90 por ciento de las plantas con flores dependen de la polinización para reproducirse; asimismo, el 75 por ciento de los cultivos alimentarios del mundo dependen en cierta medida de la polinización y el 35 de las tierras agrícolas mundiales. Los polinizadores no solo contribuyen directamente a la seguridad alimentaria, sino que además son indispensables para conservar la biodiversidad.

Abordamos este tema con el Dr. Alonso Santos Murgas, Profesor de Biología y Entomología en la Universidad de Panamá.

Las abejas es un grupo de insectos, que pertenecen al grupo donde están las avispas y hormigas, pertenecen al orden Hymenoptera, conocido como “Apiformes” o “Antophila” y se diferencian de otros insectos y del mismo orden por tener abundante pelos ramificados y plumosos en varias partes del cuerpo; también, presenta un ensanchamiento en la base del par de patas posteriores, muy diferente a los dos pares anteriores. Ellas realizan un proceso muy importante en los ecosistemas, la polinización que es la transferencia del polen de las partes masculinas a las partes femeninas de una planta; es vital para la reproducción de las plantas, el 90% de las plantas con flor reciben ayuda de algún tipo de especie animal polinizador.

En la agricultura, se calcula que aproximadamente un tercio del volumen total de los alimentos que se producen se benefician de la polinización animal y en especial de las abejas.

La polinización realizada por las abejas es un proceso fundamental para la supervivencia de los ecosistemas, esencial para la producción y reproducción de muchos cultivos y plantas silvestres. Por ejemplo, aproximadamente el 90 por ciento de las plantas con flores dependen de la polinización para reproducirse; además, el 75 por ciento de los cultivos alimentarios del mundo dependen en gran medida de la polinización y el 35 por ciento de las tierras agrícolas mundiales, (FAO, 2022).

En ese sentido, es fundamental destacar que, la extinción de cualquier especie, vertebrado u invertebrado tiene un impacto, hay especies con papeles más importantes en la naturaleza. Las abejas se encargan de la polinización de la mayor parte de las plantas silvestres y muchos de los cultivos, y hoy sus poblaciones están en declive, por múltiples factores.

Las abejas, son el grupo más importante y numeroso de polinizadores que existen en el planeta, (G. Ceballos, 2022). Para el proceso biológico como la fecundación y consecuente producción de semillas y frutos, diversas plantas nativas necesitan que las abejas lleven el polen de una flor a otra flor de su misma especie. Sin estos agentes polinizadores (vertebrados e invertebrados), se verían comprometida su supervivencia, y esto traería consecuencias muy serias a las plantas, y por consiguiente a la funcionabilidad de los ecosistemas donde las plantas se encuentren; es decir, si desaparecen las plantas, podrían desaparecer, las especies de animales que se alimentan de ellas.

Las abejas sociales y solitarias son un grupo de especie, su pequeño tamaño, no representa el gran trabajo que realiza. Es uno de los grupos de insectos más trabajadora. Y es que, la importancia de las abejas radica en el fruto del trabajo incansable que realizan y que aseguran la alimentación de los seres vivos, incluido del ser humanos.

Es sin lugar a duda, que a través de la polinización que realizan las abejas, son las encargadas de permitir la reproducción de las plantas, para que éstas den sus frutos que servirán de alimento para gran parte de los seres vivos.

Es a través de la polinización, las abejas contribuyen a proteger la diversidad biológica del planeta. Es por ello por lo que su conservación también ayudaría a hacer frente a dos importantes problemas medioambientales a los que nos enfrentamos: la pérdida de la biodiversidad y la degradación de los ecosistemas.

Entre las principales amenazas de las abejas está, la pérdida y deterioro de hábitats. Las prácticas de la agricultura industrializada, como los monocultivos (menor disponibilidad y diversidad de alimento para estos insectos) y el uso de plaguicidas de una forma indiscriminada, parásitos y enfermedades, introducción de especies vegetales y animales invasoras, y sin dudar el impacto del cambio climático.

¿Qué tan consciente somos de la importancia de las abejas para el planeta y las personas?

Es muy probable que la falta de sensibilidad a favor de las abejas se deba al pobre conocimiento e ignorancia, de gran parte de la población. Sabían que las abejas a diferencia de las hormigas y las avispas dependen de una forma muy estricta de las flores para alimentar a sus crías; consiguen el alimento del polen de los antófilos (hoja o pieza floral) y por eso se les llaman antófilas.

Taxonómicamente las abejas pueden considerarse un grupo bastante diverso por su interrelación con las flores, las cuales son dominantes en el mundo vegetal.

Se puede establecer que hay abejas solitarias y sociales, y entre más de 20.000 especies, muy pocas de ellas son solitarias. Entre las sociales más conocidas están las abejas sin aguijón, que lo perdieron durante su evolución, por eso no pican, sino que utilizan sus mandíbulas para morder y defenderse, y se les conocen como “angelitas”; adicionalmente están los abejorros, que presentan su mayor diversidad en elevaciones superiores a los 500 msnm; pero también hay abejorros en tierras bajas e incluso en áreas urbanas.

Nosotros como población humana debemos saber que las abejas son cruciales en los servicios ecosistémicos que prestan este grupo de insecto; principalmente en la polinización y en la producción de alimentos; aunque algunas flores realizan el proceso de polinización por medio del viento, la mayoría sí necesita de agentes que lleven los granos de polen de una flor a los órganos femeninos de otra, y así se produce la fecundación cruzada. Cuando se realiza este proceso ayudado por las abejas, la calidad de los frutos es superior.

Impactos de la pandemia sobre esta especie

Para mi concepto muy personal, más de tener un impacto negativo a las especies de abejas y por qué no la diversidad animal; considero todo lo contrario, el impacto fue positivo por razones diversas.

El aislamiento que hemos tenido que vivir por la emergencia sanitaria decretada en todo el mundo a raíz de la pandemia por el Coronavirus (Covid-19), sin dudas que ha repercutido, provocando crisis económicas y otros efectos negativos.

La buena noticia es que nuestro planeta se ha tomado un respiro con las interrupciones de movilidad principalmente del transporte y las industrias debido a la cuarentena, lo que ya comienza a detectarse desde el espacio, en el que satélites han comprobado el desplome de las emisiones de gases de efecto invernadero y de carbono en las principales capitales europeas, situación que debería ser similar en el resto del mundo. Esta descontaminación, sin duda repercutirá no solo en una mejor calidad del aire, sino que también en los sistemas ecológicos, (V. H. Monzón, 2020).

También podemos decir que no todo ha sido negativo y la pandemia también produjo efectos positivos, como:

  • el fortalecimiento de las organizaciones que apoyan la apicultura
  • ONGs que patrocinan familias que tienen colmenas para consumo local y ventas en empresas pequeñas
  • el mensaje generalizado a la unidad, compañerismo, solidaridad y compromiso
  • aumento de los ingresos por ventas locales por el aumento del consumo de la miel como un aliado contra el coronavirus. Esto es muy importante ya que nace de esta forma la motivación para atender los mercados locales como una fuente diversificada de ingresos que a su vez disminuye la dependencia del mercado externo y promueve el desarrollo del mercado local, (Coordinadora Latinoamericana y del Caribe de Pequeños Productores y Trabajadores de Comercio Justo).

Actualmente, hasta el momento son pocas las personas, instituciones u organizaciones sin fines de lucro, las que se dedican a realizar acciones en pro de salvaguarda esta especia. Sin embargo, existen varios proyectos destinados a la utilización de apiarios con fines de producción de miel y con fines turísticos, asociados con producción de cultivos agrícolas; que es una de las formas de mantener la polinización de las plantas en ciertos lugares donde se desarrollan dichos proyectos.

Entre los proyectos que conozco están:

  • el “Santuario de las abejas en Panamá” ubicado en la provincia de Veraguas, Santiago, Corita; administrado por el señor Manuel Pineda
  • un proyecto administrado por el Ministerio de Ambiente, Regional de Los Santos, a través del Programa Azuero Sostenible, llevado junto a pescadores de la Isla Caña en el distrito de Tonosí, donde se ha establecido apiarios en ecosistemas de manglares.

Aportes sectoriales

Las empresas privadas con su labor de responsabilidad social, podría conyugar en patrocinar iniciativas para capacitar a las personas y a pequeños agricultores en la meliponicultura.

También el estado, a través del Ministerio de Ambiente, debe asesorar a pequeños agricultores y comunidades cercanas a las áreas protegidas a tratar de mantener intactos los ecosistemas y evitar las perturbaciones ambientales del sitio.

Las instituciones académicas, principalmente las universidades deben colaborar en realizar investigaciones relacionadas con las abejas; también incentivar a los estudiantes de las diferentes carreras del área de biología y turismo geográfico ecológico realizar sus tesis de licenciatura con temas relacionadas con abejas nativas, sociales y solitarias.

Las abejas, son pequeños insectos primos de las hormigas y de las avispas, cumplen el segundo proceso más importante de la naturaleza: la polinización, después de la fotosíntesis. Este proceso beneficia a los seres humanos, las plantas y el planeta entero. La mayoría de los cultivos para alimentos humanos dependen de las abejas y de este proceso. El 75% de los cultivos alimentarios y el 35% de las tierras agrícolas mundiales dependen en cierta medida de la polinización (ONU, 2022).

El proceso de transportar el polen y néctar de flor en flor, las abejas mejoran la producción de aproximadamente 170.000 especies de plantas, influyendo de manera positiva sobre la seguridad alimentaria; contribuyen al mantenimiento de la biodiversidad y facilitan la reproducción y la germinación de las plantas. Además, el intercambio de material genético sirve para que las plantas puedan ser más resistentes, adaptarse a los cambios en el ambiente y protegerse de patógenos o enfermedades. Por lo que dependemos, nosotros como especie humana de las supervivencias de las abejas.

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