Comunicación responsable: el reto de nuestra era

Imagen: Pixabay

Por: Gustavo Manrique Salas, Fundador de Semiotik

A principios de este mes tuve la oportunidad de compartir una clase con los estudiantes de la Escuela Internacional de Comunicación con sede en Madrid sobre temas de comunicación corporativa y de marcas.

Una de las reflexiones más relevantes giró en torno a la comunicación responsable y su importancia en la actualidad. A través de una comunicación responsable tratamos de compartir con distintas audiencias lo que hacemos, lo que pensamos y en lo que creemos, entre otros aspectos.

Este proceso está basado en la verdad y la transparencia. Sin embargo, cuando una persona o institución transmite información falsa, alejada de la realidad y con fines propios, estamos frente a un proceso de manipulación, no de comunicación. 

En estos casos, quien comunica utiliza la mentira para lograr que el otro actúe según sus intereses, coartando así su libertad de decidir. Por ello, la frontera entre la comunicación y la manipulación es la ética.   

Los líderes y las organizaciones tienen el desafío de asegurar una comunicación responsable, un aspecto que nace del liderazgo y de la cultura corporativa que permite fortalecer la reputación, mitigar riesgos y generar confianza. 

Son personas que creen en el valor de la comunicación para promover el desarrollo sostenible y se esfuerzan por construir mensajes argumentados con información confiable y verificable.   

La comunicación responsable es honesta y transparente. 

En la década de los criterios ASG (Se refiere a los criterios ambientales,  sociales y de gobernanza)  la transparencia y veracidad de la comunicación de los procesos y  los reportes será una clave para la creación y protección de valor de los activos tangibles e intangibles en las empresas.

La comunicación responsable implica respeto al considerar los derechos de todas las personas y grupos sociales. Busca contribuir al bienestar de la sociedad, reconoce las diferencias culturales y evita estereotipos o discriminación.

Pero todos estos aspectos exigen un diálogo y es natural que en algunas oportunidades se creen diferencias entre distintas audiencias durante el proceso de comunicación. Por ello, la comunicación responsable exige sustentar, argumentar y persuadir e incluso asumir las consecuencias de los mensajes que se transmiten.

La comunicación responsable está amparada en el liderazgo responsable, algo en lo que hace énfasis el Centro de Sostenibilidad y Liderazgo Responsable del IESA. 

Son los líderes los que modelan la cultura corporativa, los valores y principios que deben regir a una organización y sobre ellos descansa la comunicación responsable, que es intrínsecamente estratégica porque crea valor sobre cimientos firmes, genera confianza y admiración para lograr un crecimiento sano del negocio.

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