El 17 de mayo se celebra el Día Mundial del Reciclaje con el objetivo de concienciar a la población sobre la importancia de tratar los residuos como corresponden para proteger el medio ambiente.
El Objetivo de Desarrollo Sostenible 12, de consumo y producción mundiales busca garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles y consiste consisten en hacer más y mejor con menos.
El reciclaje es el proceso mediante el cual los desechos se convierten en nuevos productos o en recursos materiales con el que fabricar otros productos. De esta forma, los residuos se someten a un proceso de transformación eco-ambiental para poder ser aprovechados en algún proceso de fabricación, reduciendo el consumo de materias primas y ayudando a eliminar residuos.
Este proceso, invita a aplicar muchos hábitos en práctica como lo son reducir el consumo reutilizar y reparar.
Sobre este tema contamos con Gabriel Vives, Presidente de la Cámara de Reciclaje de Panamá como pluma invitada.
Vivimos en un mundo cada vez más consumista y no somos realmente conscientes de que sucede con todo lo que depositamos en un tinaco. El tratamiento correcto de estos desechos es clave para la sostenibilidad y evitar la contaminación de nuestro medio ambiente. El reciclaje entra como una opción para el manejo responsable de nuestros desechos, siendo la tercera “R” luego de Reducir y Reutilizar, y su meta es convertir el residuo ya sea en otro producto o materia prima para extender su vida útil, evitando que termine en la basura.
Si nos comparamos con otros países más desarrollados, estamos por lo menos 20-30 años atrás de ellos. En Panamá seguimos manejando nuestros desechos de la misma manera: todo en una sola bolsa, que recoge un camión y lo lleva a un vertedero. Y si nos vamos a los números vemos que no solo es un modelo que no funciona, sino que no es sostenible.
Según los últimos estudios en materia de desechos, en Panamá se recoge aproximadamente solo el 58% de la basura de los hogares, terminando el 42% restante en terrenos baldíos, ríos, mares y playas. Eso quiere decir que de las 4,400 toneladas de basura que se estiman se generan diariamente en Panamá, 1.800 toneladas se disponen de manera inadecuada.
A lo que se suma que, no contamos con una ley integral de desechos que cambie esta realidad, y la única sancionada (Ley 33 de Basura cero) no ha sido aún reglamentada después de 3 años. Si no hay un cambio en este modelo, nuestros vertederos colapsarán, lo que llevará más basura a las calles, generando mayores problemas de salud en la población panameña.
A pesar de estas debilidades, podemos se puede decir que hay algunos avances a destacar, principalmente que los temas de reciclaje en Panamá vienen del sector de las organizaciones sin fines de lucro (ONGs). Fundaciones como FAS Panama, Marea Verde, Costa Recicla, Ecocreando, para nombrar algunas, han dedicado sus esfuerzos, trabajando con las uñas, en la sensibilización y crear consciencia sobre este grave problema y brindar alternativas para los que reciclan en casa.
En temas de leyes, la ley 1 de 2018 que promueve el uso de bolsas reutilizables y la prohibición de bolsas plásticas fue una gran victoria en términos de reducción, sin embargo, aún nos queda el tema pendiente de contar con una ley integral de manejo de residuos que cambie el modelo de hoy y promueva la separación de desechos en origen, responsabilidad extendida del producto, recolección segregada, lo que facilitara a la población a cada vez más entrar en la práctica de reciclaje
Los desafíos son muchos, por un lado, en el sentido económico, la realidad es que el valor del material reciclable es bajo y se requiere mucha inversión para crecer. Por esto es indispensable que se creen incentivos para las empresas que se dediquen a alguna parte de la cadena logística del reciclaje para que sea atractivo. Para la sociedad, aún falta más sensibilización ante la relevancia del tema. Se considera algo “bueno” pero no ” indispensable“. Dentro del sector hay muchas buenas iniciativas, pero no hay una visión y un esfuerzo en conjunto de todas las partes de empujar un cambio. Es por esta razón que la Cámara de Reciclaje fue creada, para unir a todos ante este gran reto que tenemos enfrente.
Es una realidad que, para lograr una transformación real, todos los sectores deben formar parte de la solución, por ejemplo, el sector privado creando programas internos de manejos de desechos, apoyando a las organizaciones locales que están intentando lograr un cambio, especialmente a las grandes generadoras de desechos que importan miles de toneladas de productos que terminan siendo basura, tienen una responsabilidad moral en aportar a que estos materiales se recuperen. Por su parte, el sector político, necesita reglamentar la Ley 33 lo más pronto posible ya que esta sienta las bases del cambio inicial en como manejamos los desechos. El gobierno debe ser facilitador.
Como país, nos hace falta consciencia y voluntad. Reciclar es una práctica que pueden comenzar hoy mismo si se lo proponen y verán la diferencia en la reducción en sus desechos finales. Y también exigir a las autoridades a que haya un cambio en la manera que nuestros desechos se están manejando
La pandemia nos ha hecho valorar mucho más la salud de todos, y el mal manejo de nuestros desechos es algo que últimamente terminará creando problemas de salud. Es tiempo que no solo la población se involucre cada vez más, sino también que las autoridades puedan identificar la oportunidad que da el reciclaje como una industria que puede aportar a la economía del país.
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