El águila harpía, la reina entre las aves rapaces en Panamá

Cada 10 de abril se celebra el día del Águila Harpía, declarada ave nacional de la República de Panamá, según Ley 18 del 10 de abril de 2002.

La harpía es el águila más grande del Hemisferio Occidental y del Hemisferio Austral; es la única especie del género Harpia. Su hábitat es el bosque lluvioso.

Se trata de una de las águilas más grandes del mundo.

Para hablar de esta imponente ave, tenemos como pluma invitada a Karla Aparicio Ubillús de la Fundación Naturaleza y Ciencia 507 (#harpyfans), una organización sin fines de lucro que tiene como objetivos propiciar, lograr y mantener un ambiente seguro para la convivencia con otros seres humanos y/o la naturaleza.

Hablando de la importancia del Águila Harpía en la biodiversidad es un depredador especializado de las alturas, así como el jaguar es el depredador en la tierra. Como depredador mantiene su papel en el ecosistema el equilibrio del resto de las poblaciones de los animales.

En el caso del Águila Harpía es un controlador biológico natural de las poblaciones de perezosos, monos, iguana y de otros animales.

La Fundación Naturaleza y Ciencia 507, desde el año 1994, desarrolla un proyecto de investigación con el águila harpía, ave nacional de la República de Panamá, teniendo los siguientes logros:

  • Se actualizó el mapa de hábitat disponible para la especie en Panamá, resultando 22,808.37 Km2, es decir, que la población a nivel nacional podría ser de 227 parejas.
  • Es la primera vez que se colocan cámaras trampa en un nido activo de águila harpía en Panamá, aportando información valiosa del comportamiento de una familia de la especie. Observamos cómo y cuándo dormía un pichón, qué presas le llevaban las águilas adultas, cada cuánto tiempo llegaba el águila macho con comida, y más.

  • Usamos uso de la tecnología de drone (vehículo aéreo no tripulado) para los estudios en nidos de águilas harpía, siendo muy responsables en su uso. Hemos aprendido que el comportamiento o la respuesta de las águilas ante la presencia del drone, varía según los individuos de cada nido. Y con el uso del drone hemos evidenciados águilas jóvenes muertas en nidos y nidos que parecen activos pero que luego las águilas no utilizan.
  • Con este trabajo hemos capacitado a 8 estudiantes de varias universidades en Panamá, Costa Rica y Colombia, tanto de la carrera de Biología como de Turismo Ecológico de la Universidad de Panamá, la UNACHI, de la carrera de Gestión Ambiental de la UMECIT, Biología de la Universidad Nacional de Costa Rica y la EAFIT de Colombia.
  • Contamos con un curso estructurado de capacitación para la conservación del águila harpía dirigido especialmente a guardaparques de áreas protegidas y a comunitarios que viven cerca a las áreas de anidación. En el último año hemos capacitado a comunitarios claves en la comunidad indígena de Pijibasal, en la zona de amortiguamiento del Parque Nacional Darién y el Bosque Protector de Palo Seco y miembros de las comunidades indígenas de Sinaí y Mach Pobör en la comarca Ngöbe Bugle.

Como dato relevante, en un estudio reciente, se documentaron 132 casos de águilas harpía muertas o capturadas entre los años 1950 y el 2020, en países como Brasil, Colombia y Panamá.  

El papel del Águila Harpía en el desarrollo sostenible lo vemos claramente reflejado como una estrategia de educación ambiental pero también es parte de la sostenibilidad de las comunidades, por ejemplo, las del Darién donde hay mayor cantidad de esta especie y se pueden encontrar nidos en cualquier área protegida o inclusive en patios.

La sostenibilidad comienza cuando estas comunidades indígenas se preparan, se documentan, estudian y fortalecen sus conocimientos sobre la biología de esta gran ave rapaz, sobre qué hacer si algún ave se cae del nido; es allí donde entramos nosotros con nuestra fundación capacitándoles para que puedan implementarlo en la forma en que manejan el turismo principalmente por la manera en los visitantes deben comportarse para que el águila no sufra ningún percance si se cae del nido. También venden artesanías con imágenes de águila harpía.

Los amantes de estas aves, en nuestra comunidad denominado los #harpyfans, dan inicio a un proyecto de educación ambiental que busca la conservación de las aves rapaces más pequeñas, que muchas veces son víctimas de malas prácticas, como “tiro al blanco” con biombos o armas de balín, o criarlas junto a gallos de pelea, o derribando sus nidos. Sin olvidar de los mitos y leyendas que envuelven a los búhos y lechuzas, las cuales asocian a la muerte o mala suerte.

Es así como en el 2021 nace La Halconera: Centro de Rehabilitación, Rescate y Manejo de Aves Rapaces, en el Espavé de Chame, provincia Panamá Oeste, como una opción para las aves rapaces que se caen de sus nidos, o aquellas que se lesionan o las lesionan. Nuestro equipo técnico obtuvo en Ecuador la Certificación para el manejo y conservación de aves rapaces a través de técnicas de cetrería.

A la fecha hemos rehabilitado y regresado a la vida silvestre unas 10 aves rapaces, mientras que otras 10 se mantienen bajo nuestros cuidados, que incluyen alimentación, atención veterinaria y manejo diario por un personal especializado. Y es lo menos que podemos hacer por estas criaturas (75 especies de aves rapaces en Panamá) que son controladores biológicos naturales (de insectos y roedores) y su simple observación alegran nuestra vida.

Por su parte, los diferentes sectores pueden aportar de diferentes maneras, en el caso del sector empresarial, tiene un lineamiento que tiene que ver con la Responsabilidad Social Empresarial, mientras que estamos las ONGs especializadas y desarrollamos planes de educación ambiental sirviendo al país manteniendo y protegiendo las especies amenazadas.

Las empresas así como el sector gubernamental pueden dirigir a las ONGs especializadas para contribuir al rol que ejercen. 

Por mi parte, siempre he hablado de un Fondo Hapía, como en Brasil, que de parte del gobierno tienen un fondo de conservación para su águila real, lo cual sería de alto beneficio para continuar haciendo el trabajo de preservar esta especie, que además es nuestra ave nacional.

Como academia, afortunadamente siempre contamos con estudiantes de tesis que se enfoquen en nuestros proyectos a fin de aportar.

Considero que aún hace falta mucha sensibilización en la sociedad para que entiendan la tarea que llevamos las ONGs cada una en su especialidad, en nuestro caso para proteger las especies y evitar que se extingan.

La Fundación Naturaleza y Ciencia 507 desea continuar con este trabajo, es por ello que los invitamos a visitar La Halconera (previa reserva) y a participar de nuestras actividades, como cursos y giras de observación de aves.

Para más información: Tel. 6068-2317, Correo-e: [email protected].

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