El regreso a clases y qué hacer para una transición que mantenga el bienestar y la salud mental de toda la familia

Foto de ilustración: La Nación

Son diversos las factores que preocupan a las personas, el retorno a clases presenciales es uno de esos para padres, madres y cuidadorxs, para profundizar al respecto nuestra pluma invitada, en esta tercera entrega escrita, la psicóloga Vali Maduro.

Me encanta la idea de transición, porque indica que hay un espacio para acostumbrarse a lo que viene. Ya se sabe que la vuelta a la escuela presencial está por venir, entonces seria recomendable abrir un espacio para hablar sobre el tema en familia. Primero intentar conocer la opinión de cada miembro de la familia y cómo se sienten al respecto. No tratar de corregirlos: “No eso no es así”no te sientas así, todo va a estar bien” Es importante respetar las experiencias de cada uno. Cada persona puede compartir su opinión, pero sin tratar de convencer a la otra persona, ya que esto puede hacerla sentir no entendida y/o sola. Luego tratar de encontrar cosas que permitirán a cada uno sentirse más seguro y preparado para la vuelta a la escuela de manera presencial.

Es importante tomar en cuenta que todos somos iguales y diferentes. Iguales en que algo vamos a experimentar, algunos alegría, algunos miedo, etc. Esto nos ayuda a sentirnos acompañados y no tan extraños. Diferentes porque cada persona es única y lo vive a su manera. Esto nos contribuye a no generalizar y a tomar conciencia que debemos conocer a cada persona y sus necesidades.

Uno de los temas más comunes en la preocupación del contagio. Los adultos debemos manejar nuestras preocupaciones para que cuando lo hablemos con los niños y adolescentes estemos tranquilos y así no pasárselas a ellos. Para esto podemos educarnos en la situación y en cómo protegernos. Ya calmados, podemos enseñarles a los niños, niñas y adolescentes las acciones que ellos pueden tomar para cuidarse. Importante tomar en cuenta la edad. Cuando hablamos de adolescentes, es recomendable preguntarles, más que darles instrucciones, ya que por sus propias características tienden a minimizar los riesgos y a resistir las órdenes.

Todo cambio toma su tiempo, tengamos paciencia y permitamos adaptarnos. Los primeros días pueden ser más difíciles, no quiere decir que no vayamos a lograrlo. La paciencia y la flexibilidad también debe estar en el ámbito del funcionamiento, el aprendizaje y las notas. Cuando estamos nerviosos se nos hace más difícil aprender y funcionar. Entonces no seamos exigentes con que seamos cien por ciento productivos o que saquen las mejores notas.

La estructura nos lleva a tranquilizarnos. Establecer horarios y rutinas diarias es un buen ejemplo. Debemos incluir espacios de trabajo, aprendizaje y diversión.

Por último, asegúrele a su familia que cuentan con usted en cualquier momento que lo necesiten. El saber que tenemos alguien con quien hablar o buscar soluciones nos da mucha tranquilidad.

Las emociones brindan información valiosa para saber qué nos está pasando y qué debemos hacer para solucionarlo en caso de ser necesario. No son ni buenas, ni malas, ni positivas, ni negativas. Lo primero que debemos hacer es abrir espacios seguros donde la persona pueda ser ellas misma y sentir. Unido a esto debemos desarrollar un lenguaje sobre las emociones, nombrándolas y conectándolas con las maneras de presentarse; esto ayuda a poder reconocerlas, comunicarlas y regularlas. Otro paso importante para gestionar las emociones es estar conscientes de ellas, para esto debemos, de tiempo en tiempo, parar y ponernos en contacto con lo que estamos sintiendo. Si no reconocemos lo que sentimos, nos puede ayudar el “escuchar” lo que estamos pensando. Por último, reflexionar sobre ellas. Algunas preguntas que nos podemos hacer: ¿Qué está causando que me sienta así?, ¿Qué opino de la situación? ¿Qué interpretación le estoy dando? ¿Estoy en lo correcto? ¿Me está recordando a otro momento de mi vida y por eso me está afectando tanto? ¿Verdaderamente estoy en peligro? ¿Qué estoy sintiendo y me hace más fácil sentirme así? El reflexionar y entender regula las emociones y nos lleva a un estado de calma y seguridad.

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