El Sommelier: un puente entre la industria y los consumidores

El 3 de junio es el Día Internacional del Sommelier, una ocasión especial para reconocer la importancia los “expertos en vinos y bebidas” en el mundo de la gastronomía. Más allá de ser meros conocedores de etiquetas, los Sommelier desempeñan un papel fundamental como puentes entre la industria vinícola y los consumidores.

Melissa de León, gerente del Felipe Motta Wine Store and Deli de Marbella y Sommelier, cuenta con 16 años trabajando en la empresa.

¿Qué es un sommelier?

Un sommelier es un experto en vinos y bebidas que posee un amplio conocimiento sobre la cultura vinícola, las técnicas de vinificación, las características de diferentes cepas y regiones, así como habilidades sensoriales para evaluar y describir los vinos. Además de los vinos, también pueden tener conocimientos en otras bebidas alcohólicas como licores, cervezas y destilados.

En el fascinante mundo del vino, un sommelier es mucho más que un experto en degustación y maridaje. Es un puente entre la industria y los consumidores, un embajador de la cultura vinícola y un guía apasionado que nos invita a descubrir nuevos sabores y experiencias.

Un sommelier encarna el arte de conectar personas y vinos, combinando conocimientos profundos con habilidades sensoriales afinadas. Su compromiso va más allá de servir y recomendar vinos, se extiende a compartir historias, transmitir tradiciones y promover la apreciación y el respeto por la diversidad vinícola.

La labor de un sommelier es un viaje constante de aprendizaje, exploración y actualización. Requiere pasión, dedicación y una sed insaciable de conocimiento. A través de su trabajo, un sommelier nos invita a sumergirnos en la riqueza y la complejidad del mundo del vino, a dejarnos llevar por los aromas, sabores y texturas que nos transportan a distintas regiones y culturas.

Un sommelier enseña a apreciar el vino en su contexto, a comprender el terroir, la viticultura y la enología. Nos desafía a descubrir nuevas cepas, a explorar combinaciones de sabores y a abrir nuestra mente a nuevas experiencias sensoriales. Su objetivo es guiarnos para encontrar el vino perfecto para cada ocasión y para cada paladar. Pero más allá de su conocimiento técnico, un sommelier es un contador de historias, un narrador de emociones. Nos invita a sumergirnos en un viaje de descubrimiento, donde cada sorbo nos revela una parte de la pasión y el esfuerzo de aquellos que han creado ese vino

Es una persona apasionada embajadora del vino, experta que guía en un viaje sensorial y cultural. Su labor trasciende lo puramente técnico y se convierte en una experiencia enriquecedora. A través de su conocimiento, pasión y compromiso, un sommelier nos invita a deleitarnos y a sumergirnos en la fascinante y maravillosa dimensión del vino.

¿Cómo se interesó en convertirse en sommelier?

Hace muchos años, comencé mi carrera en Felipe Motta SA. En aquel entonces, el vino no era tan popular en el país como lo es hoy en día, pero desde el principio supe que había un potencial enorme por descubrir.

Desde el momento en que probé mi primer sorbo de vino, supe que había encontrado mi pasión. Me sumergí en la exploración y el aprendizaje, dedicando mi tiempo a estudiar y descubrir nuevas cepas, regiones vinícolas y técnicas de degustación. Sabía que debía ampliar mis horizontes y sumergirme en el mundo del vino de una manera más profunda.

Fue entonces cuando decidí embarcarme en una aventura inolvidable: viajar a diversas bodegas en todo el mundo. Recorrí diferentes países, desde las majestuosas viñas de España hasta las exóticas regiones vinícolas de Norteamérica. Cada visita fue una oportunidad para aprender de los viticultores y enólogos, para adentrarme en los viñedos y catar vinos excepcionales.

Estos viajes me permitieron conocer de cerca la diversidad y la riqueza del mundo del vino. Me sumergí en la cultura vinícola de cada región, aprendí sobre las variedades de uva autóctonas, las técnicas de vinificación y los maridajes tradicionales. Cada experiencia me enriqueció como sommelier y amplió mi visión del vino.

A medida que pasaban los años, mi dedicación y esfuerzo dieron frutos. Decidí certificarme como sommelier para fortalecer mi experiencia y credibilidad en el campo. Realicé cursos intensivos, obtuve reconocimientos internacionales y me convertí en una de las pocas mujeres sommeliers en Panamá.

Mi conocimiento y pasión por el vino me llevaron a convertirme en una figura reconocida en la industria en mi país. Fui invitada a participar en eventos y catas, a impartir conferencias y compartir mi experiencia y conocimiento con el público.

Mi historia es un testimonio de que perseguir tus pasiones y dedicarte en cuerpo y alma a ellas puede llevar a grandes logros. Viajar a las bodegas del mundo me enseñó sobre la historia, el arte y la pasión detrás del vino. Cada copa que degusté y cada viñedo que visité dejaron una huella imborrable en mí.

Hoy, me enorgullece decir que sigo en constante aprendizaje y crecimiento. El mundo del vino es vasto y siempre hay algo nuevo por descubrir. Mi objetivo es seguir compartiendo mi amor por el vino, inspirando a otros a explorar y disfrutar de esta apasionante bebida. Mi historia es un recordatorio de que el vino es mucho más que una simple bebida. Es un viaje de sabores, aromas y experiencias. Es una invitación a conocer diferentes culturas y tradiciones. Como sommelier, mi propósito es guiar a las personas en este viaje y ayudarlas a descubrir.

¿Cómo empezó su carrera?

Empecé mi carrera en el mundo del vino de una manera bastante humilde. Cuando ingresé a la empresa de ventas de vinos y licores Brostella S.A. como degustadora en supermercados y restaurantes, no tenía experiencia previa en el sector, sin embargo, mi curiosidad y fascinación por el vino me impulsaron a aprender y crecer en esta industria.

Luego tuve la oportunidad de ingresar a laborar en Felipe Motta Wine Store en Panamá, comencé como asistente en la tienda, ayudando en la organización y etiquetado de las botellas, así como en la atención al cliente. A medida que trabajaba en la tienda y me sumergía en el ambiente vinícola, mi interés por el vino crecía cada día más. Decidí aprovechar las oportunidades que se presentaban en la empresa para aprender sobre el vino. Participé en catas internas, donde los expertos de la empresa compartían su conocimiento y nos guiaban en la degustación de diferentes vinos. Aprovechaba cada ocasión para hacer preguntas, aprender sobre las regiones vinícolas y descubrir nuevos sabores.

Además, aproveché los recursos disponibles, como libros, revistas especializadas y cursos en línea, para ampliar mi conocimiento por mi cuenta. Estudiaba las variedades de uva, las técnicas de vinificación y la historia de los vinos en diferentes partes del mundo. También practicaba la degustación en casa, intentando identificar los aromas y sabores característicos de cada vino.

A medida que ganaba experiencia y conocimiento, comencé a involucrarme más en la asesoría a los clientes de la tienda. Les recomendaba vinos basándome en sus preferencias y en los maridajes adecuados para cada ocasión. Me apasionaba compartir mi entusiasmo por el vino y ayudar a los demás a descubrir nuevas y emocionantes experiencias.

Con el tiempo, mi dedicación y entusiasmo no pasaron desapercibidos. Fui reconocida por mi pasión y conocimientos, y se me brindaron oportunidades para representar a la empresa en eventos y catas fuera de la tienda. Estas experiencias me permitieron ampliar mi red de contactos en la industria y aprender de expertos y profesionales destacados. Poco a poco, mi carrera fue evolucionando y decidí tomar medidas adicionales para consolidarme como sommelier. Me inscribí en programas de certificación y participé en cursos especializados. Invertí tiempo y esfuerzo en obtener reconocimientos internacionales que respaldaran mi experiencia y conocimientos.

Hoy en día, puedo mirar hacia atrás y ver cómo mi carrera comenzó desde un lugar modesto y creció a través del aprendizaje constante, la experiencia adquirida y el compromiso con mi pasión por el vino. Cada paso que di, cada copa que degusté y cada experiencia que viví me han llevado a donde estoy ahora, orgullosa de mi trayectoria como sommelier y agradecida por haber convertido mi pasión en mi profesión.

¿Qué significa ser sommelier?

Ser sommelier significa ser un profesional especializado en vinos y bebidas, que posee un profundo conocimiento y experiencia en la cultura vinícola. Un sommelier no solo tiene conocimientos teóricos sobre los diferentes tipos de vinos, regiones vitivinícolas y técnicas de producción, sino que también tiene habilidades sensoriales desarrolladas para evaluar y describir las características de los vinos.

Ser sommelier va más allá de tener un título o conocimientos especializados sobre el vino. Ser sommelier es abrazar una pasión, un estilo de vida y una vocación. Es dedicarse a explorar y comprender las infinitas facetas del vino y transmitir ese conocimiento con humildad y entusiasmo. Ser sommelier implica ser un eterno aprendiz, nunca dejar de descubrir y expandir horizontes. Es estar dispuesto a sumergirse en diferentes culturas, tradiciones y terroirs, para poder contar historias y despertar emociones a través de una copa de vino. Pero ser sommelier también implica responsabilidad. Es comprender la importancia de promover prácticas sostenibles, de apoyar a los productores locales y de transmitir valores éticos en el mundo del vino.

Es tener la habilidad de interpretar los deseos y preferencias de los consumidores, de ofrecer recomendaciones personalizadas y de crear experiencias memorables alrededor del vino. En última instancia, ser sommelier es un acto de amor y respeto por el vino y por las personas que lo producen y lo disfrutan. Es una dedicación apasionada a despertar los sentidos, a celebrar la diversidad y a enriquecer nuestras vidas a través de la cultura vinícola. Un privilegio y una responsabilidad. Es una oportunidad para educar, inspirar y conectar a las personas a través del vino. Es una invitación a explorar, descubrir y saborear cada momento con gratitud y curiosidad.

Si alguna vez te has sentido fascinado por el mundo del vino, si te has emocionado al descubrir un nuevo sabor o si has sentido el deseo de compartir esa pasión con otros, tal vez tengas el espíritu de un sommelier. Permítete vivir esa pasión, nutrir tu conocimiento y dejar que el vino sea tu guía en un viaje lleno de experiencias sensoriales y emocionales.

¿Qué se necesita para ser sommelier?
Es un aprendizaje constante…

Para convertirse en sommelier se requiere una combinación de pasión, dedicación y perseverancia. Es un camino que implica estudiar, degustar y sumergirse en el mundo del vino de manera continua.

Para ser sommelier, es fundamental adquirir conocimientos técnicos sobre viticultura, enología, regiones vinícolas y maridaje. Esto implica realizar cursos y programas de capacitación especializados, obtener certificaciones reconocidas y participar en catas y eventos relacionados con el vino.

Sin embargo, más allá de los conocimientos teóricos, ser sommelier implica desarrollar habilidades sensoriales y de comunicación. Es necesario entrenar el paladar, reconocer aromas y sabores, y aprender a describir y transmitir las características de los vinos de manera clara y apasionada.

Además, ser sommelier requiere estar siempre dispuesto a aprender y actualizarse. El mundo del vino está en constante evolución, con nuevas técnicas de producción, variedades de uva y tendencias emergentes. Por lo tanto, un sommelier debe estar abierto a adquirir nuevos conocimientos y adaptarse a los cambios en la industria.

La pasión y la curiosidad son elementos esenciales para ser un buen sommelier. La pasión impulsa el deseo de descubrir y explorar, de sumergirse en la cultura y la historia del vino. La curiosidad alimenta el aprendizaje constante, la búsqueda de nuevas experiencias y la voluntad de probar vinos de diferentes regiones y estilos

¿Cuál es la importancia del sommelier?

La figura del sommelier desempeña un papel crucial en la industria del vino y las bebidas, y su importancia radica en varios aspectos.

En primer lugar, el sommelier es un puente entre la industria y los consumidores. Su conocimiento y experiencia permiten orientar a los clientes en la selección de vinos, proporcionando recomendaciones personalizadas que se ajusten a sus preferencias y ocasiones específicas. Esto contribuye a enriquecer la experiencia de degustación y a fomentar una mayor apreciación del vino.

Además, el sommelier tiene la capacidad de transmitir conocimientos sobre el vino y la cultura vinícola. A través de su labor educativa, puede enseñar a los consumidores sobre las diferentes regiones vinícolas, las variedades de uva, las técnicas de vinificación y el maridaje adecuado. Esta información ayuda a los consumidores a tomar decisiones informadas y a desarrollar un mayor entendimiento y disfrute del vino.

Otro aspecto importante es que el sommelier contribuye a promover la diversidad y la sostenibilidad en la industria del vino. Pueden destacar vinos de pequeños productores, vinos locales y aquellos que siguen prácticas agrícolas sostenibles. Al hacerlo, apoyan la preservación de tradiciones vinícolas, fomentan la economía local y promueven prácticas respetuosas con el medio ambiente.

Háblenos de esta figura en Panamá

Actualmente, ha experimentado un crecimiento significativo en los últimos años. El interés por el vino y la cultura vinícola ha aumentado, y cada vez más restaurantes y establecimientos cuentan con sommeliers capacitados para brindar una experiencia única a los comensales.

En Panamá, los sommeliers desempeñan un papel importante en la promoción de los vinos, junto con la gastronomía local y de autor que usan ingredientes locales para sus preparaciones, y en la difusión de la cultura vinícola a través de eventos, catas y programas educativos. Además, contribuyen a la selección y curaduría de la oferta de vinos en restaurantes, lo que enriquece la experiencia gastronómica de los comensales.

¿Cómo visualiza este rol en nuestro país de aquí a 10 años?

Visualizar el rol del sommelier en Panamá de aquí a 10 años es un ejercicio emocionante que nos permite imaginar el crecimiento y el impacto de esta figura en la industria del vino y las bebidas.

En primer lugar, es probable que la demanda de sommeliers en Panamá continúe en aumento. A medida que más personas se interesan por el vino y buscan experiencias gastronómicas de calidad, la necesidad de profesionales capacitados en el mundo del vino se incrementará. Esto abrirá nuevas oportunidades laborales y permitirá que los sommeliers desempeñen un papel aún más relevante en la escena gastronómica del país. Además, se espera que el rol del sommelier se amplíe más allá de los restaurantes y se extienda a otros ámbitos. Es posible que veamos sommeliers trabajando en tiendas de vinos especializadas, en hoteles y resorts, en eventos y festivales vinícolas, e incluso en medios de comunicación, brindando su experiencia en programas de televisión, radio o en línea.

En términos de la promoción de los vinos locales, se espera que los sommeliers en Panamá desempeñen un papel fundamental. La industria vinícola panameña ha experimentado un crecimiento notable en los últimos años, y se espera que esta tendencia continúe. Los sommeliers jugarán un papel importante en la promoción y difusión de los vinos locales, destacando la calidad y la diversidad de los productos vinícolas panameños.

Además, en un panorama global cada vez más consciente de la sostenibilidad, se espera que los sommeliers en Panamá también se conviertan en defensores de prácticas agrícolas sostenibles y de la preservación del medio ambiente. Pueden promover vinos de productores que siguen prácticas responsables, fomentar la reducción del desperdicio de vino y educar a los consumidores sobre la importancia de tomar decisiones de consumo sostenibles.

Personalmente, visualizo que el rol del sommelier en Panamá de aquí a 10 años se fortalecerá y se expandirá. Los sommeliers tendrán un papel crucial en la industria de la restauración y el turismo, guiando a los consumidores, promoviendo la diversidad vinícola, impulsando la sostenibilidad y enriqueciendo la experiencia gastronómica del país. Serán embajadores del vino y la gastronomía panameña, promotores de la cultura vinícola y líderes en el camino hacia un futuro más consciente y apreciativo del vino.

¿Cómo combina un sommelier su rol con la sostenibilidad?

El rol de un sommelier en el consumo responsable de alcohol es de gran importancia. Como experto en vinos y otras bebidas alcohólicas, el sommelier tiene la responsabilidad de educar y orientar a los consumidores para que puedan disfrutar de estas bebidas de manera moderada y responsable.

El sommelier puede proporcionar orientación en la elección de bebidas alcohólicas. Con su profundo conocimiento sobre diferentes tipos de vinos, licores y cervezas, pueden ayudar a los consumidores a seleccionar opciones que se ajusten a sus preferencias personales y a la ocasión en la que se van a consumir. Esto incluye recomendar bebidas con menor contenido de alcohol, como vinos de baja graduación o cocteles menos fuertes.

Además, el sommelier tiene la tarea de educar a los consumidores sobre el consumo moderado. Pueden brindar información sobre los efectos del alcohol en el cuerpo y concienciar sobre la importancia de consumir de manera responsable. Esto implica transmitir las pautas de consumo recomendadas y los límites de alcohol establecidos por las autoridades sanitarias, ayudando a los consumidores a comprender los riesgos asociados con el consumo excesivo.

Otro aspecto clave del rol del sommelier es el maridaje de bebidas alcohólicas con alimentos. Los sommeliers son expertos en identificar las características organolépticas de las bebidas y cómo se complementan con diferentes platos. Al ofrecer recomendaciones de maridaje, pueden ayudar a los consumidores a disfrutar de una experiencia gastronómica más completa y a saborear las bebidas de manera más consciente y pausada.

Por último, los sommeliers también desempeñan un papel importante en la promoción de la moderación en el consumo de alcohol. A través de su ejemplo y consejos, pueden fomentar un enfoque de consumo consciente, alentando a los clientes a saborear y disfrutar de las bebidas en lugar de consumirlas de manera rápida y excesiva. Esto implica crear un ambiente propicio para la degustación y el disfrute de las bebidas, en lugar de fomentar un consumo desmedido.

En resumen, el rol de un sommelier en el consumo responsable de alcohol abarca la educación, la orientación en la elección de bebidas, el maridaje adecuado y la promoción de un enfoque de consumo moderado. Su conocimiento y experiencia son valiosos para ayudar a los consumidores a disfrutar de las bebidas alcohólicas de manera consciente, equilibrada y segura.

Mensaje final

A lo largo de la historia, el vino ha sido mucho más que una simple bebida. Ha sido un símbolo de celebración, un compañero en momentos de alegría y consuelo en tiempos de tristeza. Detrás de cada botella de vino hay una historia, una tradición y un legado que se transmiten de generación en generación.

El viaje de convertirse en sommelier implica aprender de diferentes regiones vinícolas, descubrir nuevas variedades de uva y dominar las técnicas de degustación. Pero también implica compartir ese conocimiento con otros, inspirar a las personas a explorar y disfrutar del vino, y despertar su curiosidad por la riqueza y diversidad que esta bebida nos ofrece.

En un mundo donde la velocidad y la eficiencia a menudo priman, el sommelier nos recuerda la importancia de saborear, apreciar y conectarnos con nuestros sentidos. Nos invita a disfrutar de la compañía, la conversación y el placer que surge al maridar una buena comida con un vino adecuado.

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