La cerveza es una de las bebidas fermentadas más antiguas de la humanidad y una de las más valoradas. Y desde el año 2007 se celebra cada primer viernes del mes de agosto el Día Internacional de la Cerveza, una tradición que tiene como origen un pequeño bar de Santa Cruz, California (Estados Unidos).
La celebración llamó tanto la atención que actualmente se celebra por todo el mundo, incluyendo 207 ciudades, 50 países y 6 continentes. Y va en aumento.
Para conocer más sobre lo que hay en el mundo de la cerveza nuestra pluma invitada es Galaxis Ardila, Maestra Cervecera de Cervecería Nacional.
La cerveza, una bebida que se remonta a 6,000 AC en Mesopotamia, ha evolucionado a través de los años hasta convertirse en una bebida de consumo regular e incluso diario en muchos países del mundo, gracias a su bajo contenido alcohólico y delicioso sabor. Es el resultado de un arte que resulta de la mezcla de agua, malta, lúpulo y levadura, que ha impulsado la economía de miles de familias a nivel mundial, a través de las más grandes compañías cerveceras y cervecerías artesanales.
Yo, como mujer que he tenido el privilegio de desarrollar mi carrera profesional en la industria cervecera, en el Día Internacional de la Cerveza, deseo enfatizar el papel esencial y apasionante que desempeñamos, tanto mis colegas maestros cerveceros como yo. Nuestra labor se centra en garantizar el sabor y la calidad del producto, a la vez que buscamos constantemente adaptarnos para llevar a cabo producciones más sostenibles.
Una maestra o maestro cervecero, es un especialista que conoce cómo se fabrica la cerveza, desarrolla procesos de mejora, escoge materias primas, maquinaria y tecnología para siempre tener la mejor calidad de cerveza, poder innovar con nuevos ingredientes, etc. Además de también encargarse del manejo del personal, higiene de las áreas y seguridad alimentaria.
El camino para convertirse en maestro cervecero es exigente y requiere una combinación de educación formal, experiencia práctica y sobre todo pasión por el oficio. Mi camino, comenzó gracias a la visión y el compromiso de la empresa donde comencé mi carrera profesional, Cervecería Nacional de Panamá, una empresa que busca constantemente formar profesionales locales en este arte. En mi caso, tuve la oportunidad de ser enviada junto con otros colaboradores a estudiar en Alemania entre los años 1989 y 1990, y posteriormente en Inglaterra desde 2006 hasta 2009. A raíz de esa experiencia, aprendí que la formación como maestra cervecera es un proceso de aprendizaje continuo, donde los cursos cerveceros formales y la práctica en una cervecería son fundamentales para alcanzar el nivel de maestría necesario en esta industria. Además, de que es imprescindible tener una verdadera pasión por esta profesión y disfrutar de lo que se hace.
Nuestra figura como maestros cerveceros es esencial, ya que estamos comprometidos con traducir las necesidades y deseos de los consumidores en productos que superen sus expectativas. Esto implica crear cervezas que se ajusten a sus preferencias, seleccionando cuidadosamente los ingredientes adecuados y ajustando las condiciones operativas para brindarles la experiencia deseada. Además, como agentes de innovación, buscamos constantemente nuevos ingredientes y técnicas para desarrollar cervezas únicas y emocionantes. Un aspecto crucial de nuestro rol es que el maestro cervecero debe catar las cervezas que se preparan para asegurar que impere el mismo sabor y mantener el estándar de calidad del producto. A su vez, contribuimos a la creación de la cultura cervecera en Panamá, compartiendo con pasión y excelencia nuestro conocimiento con los consumidores y enriqueciendo el panorama cervecero del país. Nuestro trabajo es motivo de orgullo y nos motiva a seguir creando cervezas excepcionales para deleitar a todos los amantes de esta apasionante bebida.
En los próximos años, esperamos ver un mayor número de panameños involucrados en la industria cervecera. Esta expansión en el talento local contribuirá a mejorar el manejo de la cerveza en restaurantes y hoteles, brindando a los consumidores una experiencia más satisfactoria y enriquecedora. Es importante destacar la iniciativa de Cervecería Nacional Panamá a través de su programa Talento Cervecería, el cual busca atraer a estudiantes y jóvenes profesionales para que se desarrollen en diversas áreas de la compañía, garantizando así el crecimiento y la excelencia a largo plazo en el sector, brindándoles la oportunidad de convertirse en los futuros maestros cerveceros del país.
Cabe destacar que la sostenibilidad es un tema cada vez más relevante en la industria cervecera, y la maestra o maestro cervecero juega un papel esencial en esta área. Se trata de la adopción de nuevas técnicas y tecnologías que permitan reducir el consumo de agua y energía, así como el uso de empaques más sostenibles y reutilizables, siendo aspectos en los que los maestros cerveceros deben enfocarse para minimizar el impacto ambiental de la producción de cerveza. Un ejemplo destacable de Cervecería Nacional es su implementación de paneles solares, que les permite producir el 100% de su portafolio de cervezas en Panamá utilizando energía fotovoltaica.
Estas iniciativas muestran el esfuerzo y la responsabilidad para producir con calidad y responsabilidad nuestras cervezas, algo que conseguimos gracias a nuestra cultura de ser macroemprendedores y nuestro propósito de soñar en grande para crear más motivos para brindar.
En Panamá, el rol de los maestros cerveceros seguirá creciendo en importancia, impulsando la innovación, la cultura cervecera y el turismo relacionado con esta bebida. Asimismo, el compromiso con la sostenibilidad será esencial para asegurar que las futuras generaciones puedan seguir disfrutando de las delicias que ofrece el mundo cervecero. Como sociedad, debemos apoyar y valorar a estos profesionales, y alentar tanto a hombres como a mujeres a incursionar en esta apasionante industria.
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