Salud para todas las personas: prevención e inversión dos factores clave

El Día Mundial de la Salud se celebró el pasado 7 de abril y este año marcó el aniversario de la fundación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1948 y cada año se centra en un problema de salud pública específico. Además de centrarse en el camino hacia el logro de la Salud para todos, que es el tema de este año.

Como pluma invitada tenemos a María José Barrera Gutiérrez de Piñeres, quien forma parte del equipo de Geociencias  de SURA como especialista en Estructuras en Seguros SURA, liderando las modelaciones de riesgos geofísicos desde la oficina corporativa en Medellín, Colombia.

Salud Urbana: ¿Cómo el espacio en el que vivimos, en el que se encuentran nuestras casas y lugares de trabajo y de estudio, se relacionan con nuestra salud física y mental? ¿Y cómo podemos gestionar estos efectos hacia una salud más positiva?

La salud humana es influenciada por el entorno en el que se vive. Por esta razón, es de esperar que las condiciones físicas y sociales de las ciudades se reflejen en el bienestar y la calidad de vida de sus habitantes. Esta manifestación de lo urbano en lo humano se denomina salud urbana, y cobra mayor importancia porque actualmente el 55% de la población del mundo vive en zonas urbanas, una concentración que, según proyecciones, podría alcanzar el 70 % en 2050.

Tanto la ubicación geográfica como los recursos ambientales y económicos de una ciudad son variables de las que depende la salud urbana. Las problemáticas en este ámbito pueden ser similares alrededor del mundo, pero se diferencian según la extensión geográfica y la escala socioeconómica (ubicación y capacidad financiera de la ciudad y sus habitantes), asociadas con la capacidad de planeación de los Gobiernos y de la comunidad.

Camino hacia ciudades más saludables

El panorama de salud urbana actual evidencia que gran parte de las 4.200 millones de personas que viven en ciudades presentan problemáticas de saneamiento, vivienda y transporte, con niveles de contaminación atmosférica que sobrepasan los parámetros establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Características urbanas que inciden en la salud humana:

  • Islas de calor: Las zonas pavimentadas y sin espacios verdes promueven la formación de islas de calor, cuyas altas temperaturas pueden generar problemas respiratorios y cardiovasculares. Además, reducir la exposición a la radiación solar disminuye el riesgo de daños en la piel, ojos y sistema inmune.
  • Densidad poblacional: Una distribución adecuada de la población reduce problemáticas de salud y propicia la calidad de vida, disminuyendo enfermedades infecciosas o gastrointestinales, estrés, accidentes de tráfico, entre otras que pueden ser causadas por condiciones de hacinamiento.
  • Calidad del aire: Esta variable se puede afectar por emisiones de gases y material particulado como los generados en la ignición de combustibles fósiles o el polvo suspendido en el aire, que pueden provocar enfermedades cardiorrespiratorias.
  • Espacios de recreación y deporte: Las ciudades requieren de dotación y acceso equitativo a espacios que promuevan el deporte y la recreación activa para personas de todas las capacidades. La actividad física reduce los riesgos de enfermedades cardiovasculares, cáncer, diabetes, obesidad y fracturas.
  • Calidad del agua: Garantizar el abastecimiento del recurso permite mayor higiene, previniendo enfermedades infecciosas, respiratorias, afecciones en la piel, entre otras.
  • Transporte e infraestructura: Los espacios destinados para caminar y movilizarse en bicicleta ayudan a conservar la salud física y mental, mejorando el estado cardiorrespiratorio y la capacidad funcional. La infraestructura de transporte adecuada facilita el acceso a servicios de salud y reduce el aislamiento social. La calidad y mantenimiento periódico de los vehículos puede reducir las emisiones de ruido.
  • Gestión de residuos: La adecuada recolección o disposición de los residuos urbanos ayuda a disminuir la contaminación del agua, el aire y el suelo. Además, reduce la incidencia de enfermedades respiratorias que pueden ser causadas por la quema de residuos a cielo abierto, o problemas en la piel y enfermedades gastrointestinales causados por la contaminación del agua.
  • Ecosistemas naturales y zonas verdes: El contacto con la naturaleza permite reducir las tasas de estrés promoviendo la salud mental de los ciudadanos, y a su vez disminuyendo algunas enfermedades respiratorias.

Estrategias para mejorar la salud pública:

  • Cambios de uso del suelo: Conformar ciudades más compactas, con un diseño de distribución eficiente, permitiría concentrar una diversidad de servicios y garantizar accesibilidad a ellos reduciendo la distancia en el desplazamiento.
  • Planeación visionaria: Las ciudades deben propender a contar con espacios públicos seguros, inclusivos, accesibles, verdes y de calidad, con infraestructura sostenible para el transporte público, a pie y en bicicleta, priorizando estos medios de transporte sobre los viajes en automóvil.
  • Reducir la dependencia del carro particular: La mayoría de los viajes en automóvil pueden ser reemplazados por otros modos de transporte como la bicicleta, lo que disminuye el ruido y las emisiones contaminantes o de CO2, y su infraestructura abarca menos espacio.
  • Reverdecimiento de las ciudades: Los espacios verdes brindan beneficios para la salud al mitigar la contaminación del aire, el calor y los niveles de ruido, además de contribuir a la salud mental.
  • Participación ciudadana: Involucrar a los ciudadanos en los proyectos de desarrollo urbano y de planeación de transporte puede fomentar la sostenibilidad de las ciudades, mejorando su habitabilidad y la salud pública desde las necesitades de sus habitantes.
  • Colaboración, liderazgo e inversión: Se requiere de la cooperación intersectorial y de instituciones que ejerzan un mayor liderazgo con enfoque holístico de las ciudades, vinculando la salud, la vivienda, la sostenibilidad, el cambio climático y la equidad.
  • Enfoque sistémico: Las ciudades son sistemas complejos y para abordar los desafíos de estas se necesitan enfoques que tengan en cuenta una variedad de factores. Por ejemplo, cuando se introduce un nuevo sistema de transporte, éste puede impactar diferentes aspectos como la contaminación o la seguridad.

Como lo indica el profesor de Investigación del Instituto de Salud Global de Barcelona, Mark J. Nieuwenhuijsen, la población urbana está expuesta a contaminación de agua y de suelo, exceso de ruido, islas de calor y carencia de espacios para movilizarse en bicicleta o caminando, contribuyendo a la generación de diferentes tipos de enfermedades. Además, la pérdida de bosques y espacios verdes no solo afectan la salud de las personas, sino que también contribuyen al cambio climático. De tal forma, las tendencias de crecimiento urbano demandan una planeación estratégica que promueva y proteja la salud de sus pobladores. A continuación, se presentan algunas estrategias estudiadas por Nieuwenhuijsen.

Alternativas que mejoran la salud de las personas que viven en las ciudades

Estudios realizados por el profesor Nieuwenhuijsen evidencian la creación de nuevos modelos urbanos visionarios y vanguardistas pos-COVID-19, capaces de reducir las problemáticas de salud urbana provocadas por las tradicionales prácticas de transporte y urbanización. A continuación, se encuentran algunos de estos casos que están en proceso de implementación.

  • Ciudades libres de carros (Hamburgo y Friburgo, Alemania): Como parte de las medidas para mitigar el cambio climático, Hamburgo (Alemania) planea convertirse en una ciudad libre de carros para el 2034. Esto significa que los ciudadanos solo se movilicen a través del transporte público, bicicletas o caminando. Un caso exitoso de esta práctica es el barrio de Vauban, en Friburgo, en el que desde hace 20 años se implementó un experimento radical de sostenibilidad de barrio condensado con una población de aproximadamente 5.000 personas en viviendas de apartamentos, con acceso caminando a cafés, restaurantes, mercados, oficinas y colegios, y a una distancia de 15 a 20 minutos en bus o tranvía del centro de la ciudad.
  • Barrios de bajo tráfico (Londres, Reino Unido): Con el fin de proveer espacios seguros para caminar y montar en bicicleta y desincentivar el uso del carro particular durante el COVID-19, en Londres se implementaron los barrios de bajo tráfico. Esta alternativa, promovida por la alcaldía de la ciudad, cambia las calles de ciertos vecindarios mediante bolardos o materas y cámaras que reducen la circulación de vehículos, manteniendo el acceso de estos a las casas. De esta forma las vías son más seguras y amenas para caminar o movilizarse en bicicleta, e igualmente se reduce la dependencia del transporte en autos.
  • Ciudad de 15 minutos (Paris, Francia): París planea implementar un modelo de ciudad enfocado en brindar acceso a variedad de servicios (de salud, culturales, comerciales, financieros) y facilidades a 15 minutos caminando o en bicicleta desde la vivienda. Entre los aspectos clave para el diseño de esta ciudad se tienen en cuenta la solidaridad y participación ciudadana, los espacios verdes y la cercanía, entre otros. Para lograr esto, se requiere replantear de una forma radical el diseño actual y mezclar los diferentes grupos socioeconómicos, contrario a la actual estratificación que se maneja.
  • Superbloques (Barcelona, España): En algunos barrios de Barcelona ya se han implementado agrupaciones de manzanas conocidas como superbloques. Su objetivo es dar prioridad al peatón al reducir el tráfico motorizado en algunas de las calles, transformándolas en espacios para movilidad activa de los habitantes (caminar, bicicleta), con zonas verdes que ofrecen beneficios para la salud de los ciudadanos y generando zonas más seguras para fomentar las relaciones sociales y favorecer la economía local. De este modo se reducen la contaminación atmosférica, los niveles de ruido y las islas de calor, mientras que se propicia un aumento en la actividad física de las personas, potencialmente previniendo alrededor de 700 muertes prematuras por año.

Acciones para mejorar la salud urbana desde diferentes sectores

Transporte:

  • Adoptar medios de transporte limpios (peatonal, bicicleta, vehículos eléctricos).
  • Optimización del transporte urbano masivo, metro, caminos peatonales y vías para bicicletas, así como el transporte interurbano de carga y pasajeros por ferrocarril y tranvías.
  • Promover vehículos con la tecnología más reciente que permita una mejor combustión y menor emisión de contaminantes.
  • Mejorar la calidad de los combustibles reduciendo al mínimo el contenido de azufre.
  • Junto con el Gobierno, desarrollar estrategias que mejoren la seguridad vial, en especial la de peatones, ciclistas, niños y adultos mayores.

Energía:

  • Garantizar el acceso a soluciones asequibles de energía limpia para cocinar, calefacción e iluminación.
  • Aumentar el uso de combustibles de bajas emisiones y fuentes de energía renovable sin
  • combustión (solar, eólica o hidroeléctrica).
  • Implementar sistemas de generación conjunta de calor y electricidad y sistemas de generación de energía complementaria (por ejemplo, mediante redes pequeñas y paneles solares).
  • Recuperación del gas metano de los rellenos sanitarios como una alternativa a la incineración de residuos (para utilizarlo como biogás).
  • Educación de los consumidores para el uso adecuado de aires acondicionados y eficiencia energética de electrodomésticos.

Industria:

  • Utilizar tecnologías limpias que reduzcan las emisiones de las chimeneas industriales.
  • Fortalecer estándares de eficiencia energética y de consumo de agua para industrias.
  • Implementar parámetros de emisiones más estrictos para ladrilleras e industrias que empleen hornos con coque.
  • Desarrollar pinturas con mínimo contenido de solventes.
  • Mejorar los sistemas de detección de fugas, reparación y recuperación de solventes.
  • Mejorar el control de fugas en la industria de petróleo y gas, e incrementar la recuperación y uso del gas generado durante la producción de combustibles y la minería.
  • Implementar estrategias de reducción, separación, reciclado y reutilización o remanufacturación de residuos.
  • Dar especial manejo a los residuos peligrosos de acuerdo con la normatividad, incluyendo los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos.
  • Garantizar infraestructura sanitaria y de tratamiento de aguas residuales.

Construcción y planeación urbana

  • Mejorar la eficiencia energética de los hogares, edificios comerciales e institucionales, implementando aislamientos especializados y diseño pasivo como ventilación e iluminación natural.
  • Desarrollar estrategias de planeación y diseño urbano para tener ciudades más eficientes y con más espacios verdes.
  • Optimizar los sistemas de ventilación, caminos peatonales y zonas de recreación y deporte.
  • Generar la infraestructura suficiente para promover el transporte activo, con senderos peatonales y para bicicletas.
  • Restringir los espacios para parqueadero de vehículos particulares.
  • Promover incentivos para desarrollar infraestructura sostenible (ej. LEED).

Agrícola y forestal (Zona urbana y periurbana)

  • Prohibir la quema de residuos.
  • Implementar sistemas de irrigación alternos húmedo/seco.
  • Mejorar la gestión de residuos y de heces de animales.
  • Hacer uso eficiente de fertilizantes a base de nitrógeno.
  • Implementar mejoras en la gestión hídrica, uso de suelo y bosques así como estrategias para la prevención de incendios forestales.

Población en general

  • Priorizar caminar o montar en bicicleta antes que otros medios de transporte.
  • Hacer una adecuada separación y disposición de residuos y entregar los residuos reciclables a los recuperadores de oficio.
  • Compostar los residuos orgánicos o hacer pacas digestoras con la comunidad.
  • Fomentar las prácticas de agricultura urbana.
  • Promover, proteger y hacer uso responsable de las zonas verdes y el consumo de agua en el hogar.
  • Conocer las fuentes de agua potable y ser veedores de su protección.
  • Participar en el desarrollo de políticas públicas que integren los temas de salud pública, ambiente y desarrollo urbano.

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