La ética y los emprendimientos de colaboradores

Por: Lisbeth Horatius, Consultora Senior de Sistemas de Gestión y procesos 

Vivimos en una época en donde el costo de la vida cada día es más alto y las empresas, con el fin de sobrevivir durante este periodo, ofrecen paquetes salariales menos atractivos.

Esta situación ha conllevado a muchas personas independientes, para seguir manteniendo su calidad de vida, a recurrir al mercado laboral para tener un ingreso fijo con todas las prestaciones y, a su vez, realizar actividades de emprendimiento para generar algún ingreso extra.

Es importante resaltar que forma parte de la cultura promover la generación de diferentes fuentes de ingresos con el fin de que una persona, al perder su trabajo, pueda contar con otra alternativa para mantener a su familia y a sí mismo; pero también, cada vez son más las personas que se plantean iniciar un negocio sin dejar su empleo.  Desde el punto de vista económico, son buenas opciones para diversificar riesgos, conseguir la libertad financiera o tener la tranquilidad económica; no obstante, nos tenemos que preguntar si tener un empleo y emprender de forma simultánea, ya sea dentro o fuera de la organización, obedece a los principios de ética profesional, personal y empresarial.

  • ¿Hasta qué punto podemos estar realizando las dos actividades?
  • ¿Se hace necesario informar a la organización?
  • ¿Qué metodologías utilizar para no afectar el cumplimiento de sus funciones, siendo colaborador?
  • ¿Cuál es el secreto para combinar ambas actividades y, a la vez, manejarlas de forma independiente?

Podríamos elaborar una lista de preguntas que nos lleve a reflexionar sobre lo correcto y lo incorrecto en estas situaciones o visualizar la relación existente entre lo económico y lo ético.

Emprender dentro de la empresa y fuera de la misma es una decisión que, seguramente, surge con la duda de si se debe comunicar tal idea a la organización para la que trabajamos. Existe la probabilidad de que la decisión no sea vista con buenos ojos. No obstante, sería recomendable que, en caso de que se vaya a realizar una actividad similar, sí se comunicara, en aras de evitar malentendidos innecesarios. Además de tomar en cuenta ciertos aspectos:

  • Conocer el código de ética de la organización y la forma de abordar estas situaciones.
  • Revisar las cláusulas de tu contrato laboral, sobre todo aquellas relacionadas con el compromiso de confidencialidad de la información que maneja la empresa.
  • El impacto del tipo de negocio a emprender en el desarrollo de tus funciones y si existe algún tipo de conflicto de interés con la organización.
  • La estrategia para organizar tu tiempo y no descuidar tu empleo mientras estás emprendiendo, ni trabajar tu emprendimiento en tu empleo.

Trabajadores y emprendedores son, definitivamente, dos mundos diferentes, cada uno apostando a cosas distintas, desarrollando herramientas diferentes, enfrentándose a situaciones diversas. Pueden ser emprendimientos tan sencillos como “las tienditas”, como ser el dueño de la máquina dispensadora de café y galletas, chocolates y papitas, ventas de rifas y lotería; algunos más complejos como préstamos de dinero con altos intereses de financiamiento; hasta algunos casos donde ejecutivos y supervisores son socios o forman parte de alguna empresa a la cual le dedican su atención en horas laborales, usando los recursos de la organización para la cual trabajan: tiempo, internet, equipo informático, tiempo celular, mensajería, secretarias, asesores externos, entre otros.

¿Cómo las empresas deberían enfrentar este tipo de eventos?  Es importante tener bien definido en el Código de Ética y los contratos laborales, las posturas de las organizaciones acerca de estas situaciones para evitar malentendidos con los colaboradores y puedan saber qué es lo permitido y qué no, desde el primer día de su relación laboral.

Las organizaciones deben contar con el canal adecuado para que los colaboradores, al tener algún tipo de duda respecto al tema, puedan realizar las consultas pertinentes sin sentirse intimidados y sin que se tome represalias en el futuro.  Revisar las políticas de reclutamiento y selección en cuanto a la contratación personas que se dediquen al emprendimiento y asegurarse que, al momento de formar un equipo de trabajo, compartir los valores de la empresa. ¿Cómo ejercerlos? Con reglas muy claras, mucha comunicación y manteniendo la congruencia en todos los niveles.

Estas líneas son para reflexionar sobre los valores éticos que debieran enmarcar el actuar íntegro de un colaborador y emprendedor, al igual permitir a la organización analizar a mayor profundidad estas situaciones a nivel del departamento de recursos humanos y comités directivos necesarios para asegurar la gobernanza y sostenibilidad de la empresa.